De fanáticos a asesinos, hoy buscan el perdón en la corte

Katherine Ventura-. Como sacado de una película de terror llega el arrepentimiento de Yolanda Saldívar y Mark David Chapman, quienes luego de apagar dos estrellas en la industria musical, llegan a la puerta de la clemencia para que esta les abra y ser recibidos nuevamente en la sociedad.

Todo empezó el 8 de diciembre de 1980, cuando luego de obtener un autógrafo de John Lennon, Chapman le propinó cinco disparos que acabaron con la vida del exbeatle. Chapman fue condenado por el crimen en agosto de 1981, a una pena de veinte años a cadena perpetua. Y en su décimo intento por salir a la calle, el tribunal competente rechazó nuevamente la solicitud para salir de prisión de manera anticipada.

Luego de cuarenta años Chapman ha decidido pedir disculpas por aquel acto a Yoko Onno, viuda de Lennon, asegurando que aunque este, según su criterio, merecía morir fue un acto extremadamente egoísta de su parte.

Según varios medios internacionales, la grabación que dirige a la junta de la prisión recoge sus palabras muy claras:

“le asesiné, porque era muy, muy, muy famoso, y esa es la única razón por la que yo estaba buscando mucho, mucho, mucho, mucho la gloria para mí. Fui muy egoísta. Quiero añadir eso, y enfatizarlo profundamente. Fue un acto extremadamente egoísta. Lo siento mucho por el dolor que le causé a ella”, dice refiriéndose a Yoko Ono. “Pienso en ello constantemente”, continúa.

Los fanáticos de Lennon aún condenan dicho crimen y durante años han preferido que los medios omitan mencionar el nombre del verdugo del integrante de los Beatles.

La asesina de la Reina del Tex-mex pide perdón

Tras 25 años en prisión Yolanda Saldívar, condena que cumple por asesinar a quien fuere su artista favorita Selena Quintanilla, ha sido notificada que en 2025 está podrá optar por pedir su libertad condicional de acuerdo a su buena conducta en los pasados años como prisionera.

Saldívar, quien decía ser la fanática numero uno de Selena y trabajó en su equipo, supo que la cantante pretendía cortar todo vínculo laboral con ella porque sus familiares habían descubierto que Yolanda estaba robando a la artista. Ante este hecho, Saldívar compró un revólver  de cañón recortado alegando que lo necesitaba para uso personal y de defensa propia.

Posteriormente acordó reunirse con Selena en una habitación de hotel para un asunto relacionado con unos documentos que la artista necesitaba ya que se acercaba la fecha de declaración de impuestos y en aquel lugar cometió el horrendo hecho por el que fue declarada culpable en octubre de 1995.

La enfermera tejana fue notificada por un tribunal de Texas que, en el año 2025, puede tramitar su libertad condicional por buena conducta, según medios internacionales.

De esta manera, Saldívar podría cumplir el resto de la condena en su casa debido a este nuevo recurso legal al que se ha hecho acreedora por su buen comportamiento en prisión.