Odalis Castillo
Santo Domingo
Grupos medioambientalistas y culturales, han estado luchando durante décadas por la protección de las cuevas del Pomier, un conjunto de 55 cuevas con cerca de 6,000 pictografías y 500 petroglifos, considerados como el legado más importante de la población indígena de Las Antillas.
A lo largo de los años se han denunciado daños ocasionados por la industria minera en la zona, empresas que se dedican a la extracción de roca caliza para la producción de cal y carbonato de calcio y sus derivados, desde la destrucción de unas seis cuevas a consecuencia de las ondas expansivas generadas por las dinamitación, utilizada para la explotación del cal.
Aunque desde el 2008, según cuentan los comunitarios, había una paz aparente con este tema, luego que fueron señaladas las áreas de amortiguamiento para salvaguardar la reservas, en un acuerdo, que según los representantes de la Fundación Cuevas del Pomier, se dio entre las empresas mineras y el Ministerio de Medioambiente, ahora surge una nueva denuncia.
“Pomier no es sólo un reservorio de arte rupestre, de biodiversidad, es también una reserva de cultura de la provincia de San Cristóbal”, establece Ramón Mesa, gestor cultural.
Las áreas de amortiguamiento, públicas o privadas, aledañas a las áreas protegidas, se manejan con restricciones que buscan la conservación de estas zonas.
En este caso, los representantes de la Fundación Cuevas del Pomier y grupos conservacionistas de San Cristóbal, establecen acciones de la compañía Docalsa, fundada en 1927 por el señor José María Aponte, que se constituyen en su evidencia para denunciar que han violado la zona de amortiguamiento.
“Resulta ser que la compañía más próxima, la compañía Docalsa, a lo mejor aprovechando la pandemia y transición pues incursionó y penetró al area de amortiguamento monumento natural Cuevas del Pomier”, opina el ambientalista José Corporán Lorenzo.
“La lucha en estos momentos es que una de esas compañías paso los límites de amortiguamiento establecidos”, añade la Presidenta Fundación Cuevas del Pomier, Marlení Corporan.
Los representantes de esta lucha nos muestran las perforaciones y temen que estos procesos dañen las cuevas cercanas. Realmente son bien profundas.
Por otro lado, denuncian que cerca del polígono 149, uno de los pilotillos que evidencia la zona de amortiguamiento, se hicieron deforestaciones para la compañía montar una cantera. Cuando fuimos a la zona, ciertamente el área estaba delimitada y había maquinaria parqueada en el área y piedras trituradas.
“Si tenemos un espacio donde podemos comprobar que ellos han intervenido el área protegida en menos de cinco metros”, destaca Corporan Lorenzo.
Nos llamó la atención al ver el letrero que da la bienvenida a las cuevas del Pomier, sentimos que entrabamos a la mina de cal y no a la reserva, pues nos encontrabamos entre camiones, ruido y un paisaje un tanto desértico.