Madrid.- El Real Madrid inició la semana de entrenamientos sin descanso de Zinedine Zidane, sin Marco Asensio que trabajó en el interior de las instalaciones y con la ausencia aún de los internacionales, lo que ha evitado el reencuentro con el galés Gareth Bale.
Sin tregua, el Real Madrid comenzó una nueva semana pendiente de Marco Asensio, que se someterá a la última prueba para comprobar que el estado de su rodilla operada es bueno y puede reincorporarse a los entrenamientos tras el edema sufrido en la concentración de la selección española, que le impidió jugar los partidos ante Alemania y Ucrania.
El centrocampista trabajó en solitario un día más en el gimnasio, según informa el club blanco, y en las próximas horas recibirá noticias sobre su estado.
Por Valdebebas no apareció ningún internacional madridista de los que ya están en Madrid. Están a la espera de someterse al pertinente test de covid y que el resultado sea bueno para poder regresar a la disciplina del Real Madrid. De esta manera el reencuentro Zidane-Bale se retrasa unas horas mientras el técnico desea que el club encuentre una salida al extremo galés.
De los internacionales madridistas, de momento el único jugador que ha sufrido un percance tras el susto de Asensio, ha sido Sergio Reguilón que sufrió un esguince de tobillo con la selección española.
Los jugadores que trabajaron la pasada semana a las órdenes de Zidane arrancaron una nueva de trabajo con ejercicios preventivos aeróbicos y anaeróbicos en una mañana marcada por el trabajo táctico y técnico con balón, previo a la disputa de partidos en reducidas dimensiones. Álvaro Odriozola y Martin Odegaard trabajaron al mismo ritmo que sus compañeros, mientras que Mariano Díaz completó una parte del entrenamiento con el grupo y otra en solitario.