Nueva York,(EFE).-“¡Hemos vuelto!”. Con esa corta y contundente frase celebró este sábado el presidente del Museo Metropolitano de Nueva York (Met), Daniel Weiss, la reapertura de la que se considera una de las instituciones culturales más importantes del mundo y todo un símbolo para la Gran Manzana, después de más de cinco meses y medio de cierre forzado por la pandemia.
Weiss, junto con el director del museo, Max Hollein, quiso dar la bienvenida en persona a los primeros visitantes que, eufóricos, con los brazos en alto y entre aplausos, entraron en el majestuoso hall del Met que tanto echaron de menos durante los duros meses que pasó Nueva York.
“Es una señal maravillosa para Nueva York. Es un momento en el que estamos volviendo a un nivel de normalidad”, dijo Hollein en una entrevista con Efe. “En los últimos cinco meses y medio hemos estado recibiendo muchos mensajes de los neoyorquinos de. Cómo el volver a esta institución es un símbolo de que estamos recuperándonos”, agregó.
El primero en la fila para entrar al museo era Stephen Galiczynski, un artista de Philadelphia residente de Manhattan que se considera ya neoyorquino, que llegó a las monumentales escalinatas del museo una hora y media antes de la apertura para asegurarse la entrada a la pinacoteca.
“Esto es muy importante para mí. Como artista, hay muchísima inspiración aquí, tanta historia y tanta cultura”, dijo sobre la influencia del Met Galiczynski, al frente de una fila que se alargaba medio centenar de metros.
El museo volvía a recibir visitantes con toda una serie de medidas, “empezando con tiquetes que marcan una hora de entrada concreta, servicio de aparcamiento para bicicletas para que la gente no tenga que venir en transporte público, hay que ponerse mascarilla en el edificio (…) y por supuesto muchos protocolos para segurar el distanciamiento social”, enumeró Hollein.
El director asegura que llevan ya tres o cuatro meses preparando la reapertura de la institución, por lo que se sienten cómodos: “Obviamente el panorama ha cambiado y nos hemos tenido que adaptar, pero nos sentimos bien preparados, y creo que eso es lo que se ve dentro del museo”.
Pese a todas las medidas que se ha visto obligada a implementar, y que siguen las normas impuestas por el estado de Nueva York, Hollein quiere tranquilizar a los neoyorquinos: “El Met sigue siendo el Met. Sigue siendo la gran experiencia que se espera de esta institución”.
Pocos minutos después de su apertura oficial, un flujo constante de personas pasaba por delante del trío de trabajadores cuya misión es tomar la temperatura de cada asistente, y decenas más se apelotonaban en la zona de recepción del museo a la espera de su entrada, en una muestra de la enorme popularidad de la que sigue disfrutando el Met entre los propios neoyorquinos.
Pero aunque el museo es uno de los lugares más icónicos y queridos de la ciudad de los rascacielos, la dirección de la institución es muy consciente de que, dadas las circunstancias, el número de visitantes será mucho menor, ya que el número máximo de personas que podrán recibir se reduce a un 25 % de su ocupación máxima.
“Antes del cierre, teníamos unos 7 millones de visitantes a año. Ahora mismo tenemos un protocolo que marca que sólo podremos recibir a un 25 %, y no creo ni que lleguemos a eso”, confesó Hollein, que indica también a la falta de turismo internacional.
“Sobre todo en los dos próximos meses vamos a tener una asistencia significativamente reducida, lo cual tiene que ver también con la fata de turismo ahora mismo en Nueva York. Nuestra audiencia va a ser muy local”, vaticinó.
Eso, por lo tanto, impactará en la situación económica del Met, como ya se anunció en una rueda de prensa el pasado miércoles, en la que se reveló que se estima que este año fiscal el museo registrará unas pérdidas de 150 millones de dólares.
Según predicciones de Hollein, la institución tardará “unos tres años en volver a cierto nivel de normalidad financiera”.
“Pero eso ya lo anticipábamos, y ya hemos dado unos dolorosos pasos para ajustarnos a lo que tenemos por delante”, dijo el director en referencia al hecho de que a principios de agosto tuvo que despedir a 79 de sus trabajadores, y suspender de empleo a 181 más, mientras que más de 90 se han acogido a planes de jubilación temprana.
Se trataba de la segunda ronda de medidas de recorte de personal del museo este año, dado que el pasado abril ya despidió a otros 80 trabajadores.
Pese a los recortes, el Met ha abierto sus puertas con tres nuevas exposiciones: “Making the Met, 1870-2020”, con la que repasa sus 150 años de historia; “Jacob Lawrence: The American Struggle”, que refleja la obra del afroamericano Jacob Lawrence y que recuerda difíciles momentos de la población negra de EE.UU., y la escultura “Lattice Detour”, del mexicano Héctor Zamora, un enorme muro que se ha situado en el jardín de la azotea, con el imponente perfil de los rascacielos de Nueva York de fondo.
Además, el Met recibe a los nuevos visitantes con un mensaje de esperanza, ya que se han instalado dos grandes pancartas a ambos lados de la colosal entrada de la Quinta Avenida en las que se leen las palabras “Dream Together” (Soñar juntos), diseñados por la artista y viuda de John Lennon, Yoko Ono.