Beirut, EFE.- Un grupo de víctimas de la explosión que devastó Beirut el pasado 4 de agosto, dejando al menos 177 muertos y 6.000 heridos, unieron hoy sus fuerzas y lanzaron una iniciativa para pedir una investigación internacional de los hechos, ya que no confían en las autoridades libanesas.
“Las víctimas de la masacre del 4 de agosto piden apoyo a la comunidad internacional para lograr la justicia y la verdad con un juicio de investigadores internacionales”, señaló la abogada Nada Abdelsater, representante de cientos de afectados, en un acto público este viernes en Beirut.
La iniciativa fue presentada a la sombra de una jaima en un descampado frente al Skyline de Beirut, desde el que se puede ver el puerto destrozado por la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenado en la terminal sin las debidas precauciones desde 2014.
UN JUICIO INTERNACIONAL
La abogada aseguró que desean que el caso sea remitido a la Corte Penal Internacional o que sea creado “un tribunal especial internacional” para juzgar a los responsables del estallido, cuyo detonante aún se desconoce.
Asimismo, informó de que hace dos días enviaron una carta al Consejo de Seguridad de la ONU con sus demandas porque no confían en que vayan a obtener justicia en casa, donde los políticos “evaden su responsabilidad”.
“Es tiempo de justicia para el Líbano”, señaló Abdelsater a Efe.
Ya existe un Tribunal Especial para el Líbano, creado exprofeso para juzgar a los acusados del asesinato del primer ministro Rafic Hariri, asesinado con un coche bomba en 2005 en Beirut, y que está previsto que emita su veredicto final el próximo 18 de agosto.
“Está bien 15 años, mejor a que no haya justicia. El Líbano no está acostumbrado a eso: estamos acostumbrados a los crímenes, víctimas y masacres sin que se castiguen”, lamentó la abogada.
Además, llamó a las demás víctimas a que se unan a la iniciativa a través de una web, en la que ya han sido recogidas cientos de firmas de los afectados.
Una de esas víctimas, una mujer de mediana edad que se identificó como Sarah, vivía precisamente en el llamado Skyline y pidió a la comunidad internacional que ayude a los beirutíes a que se haga justicia.
“Conseguir justicia significa cambiar todo el sistema” en el Líbano, subrayó en declaraciones a Efe.
MÁS PROMESAS DE AYUDA
Representantes de Estados Unidos, Irán y Francia coincidieron este viernes en Beirut y se reunieron con las autoridades, con quien hablaron de la ayuda que estos países pueden prestar al Líbano, así como de las reformas políticas y económicas que deben emprender.
La ministra francesa de Defensa, Florence Parly, anunció desde la capital libanesa el inicio de la operación “Amitié” (Amistad, en francés), en la que serán desplegados más de 700 militares para asistir a la población de Beirut, incluidos ingenieros del Ejército galo, especialistas en construcción y reparación, desminadores y bomberos.
Parly afirmó que la ayuda humanitaria será distribuida “directamente a los barrios de la ciudad, puerta a puerta”, en coordinación con el Ejército libanés, que está centralizando la recepción de los cargamentos de ayuda que han ido llegando desde varios países de todo el mundo en los pasados días.
La ministra es la segunda representante de alto rango francesa que acude a Beirut después de que el presidente Emmanuel Macron lo hiciera el jueves pasado, tan sólo a dos días de la explosión del puerto.
Francia ejerció de potencia colonial en el Líbano y estuvo en el origen de su fundación, cuando este territorio se separó de Siria, y se ha apresurado a apoyar al país después de la catástrofe, que ha dejado a más de 250.000 personas sin hogar, según estimaciones oficiales.
Sin embargo, su actitud ha sido criticada hoy de forma velada por el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, que durante su visita a Beirut pidió a la comunidad internacional que ayude al Líbano pero sin “imponerle un orden”.
Precisamente, Macron había afirmado en la capital libanesa que es necesario “construir un nuevo orden político” en el país de los cedros después de la tragedia.