La doctora Sarah Gilbert de la Universidad de Oxford, probó la vacuna contra el COVID-19 que desarrolla en sus trillizos

Fuente: Infobae

Encontrar lavacuna contra el nuevo coronavirus (COVID-19) se ha vuelto en una tarea a contrareloj para la doctora Sarah Gilbert, quien en pro a la humanidad, ha probado la efectividad de sus prototipos de inmunidad en sus trillizos.

La científica lidera un equipo de 300 personas en la Universidad de Oxford, y sus investigaciones para la vacuna del SARS-CoV-2 están asociadas con la farmaceútica británico-sueca AstraZeneca.

Desde el inicio de la pandemia su trabajo se ha multiplicado, sin embargo, ha logrado “avanzar muchos de los pasos del desarrollo de una vacuna que normalmente toman unos cinco años”. “Y lo hemos hecho en cuatro meses”, añadió.

Actualmente se están ejecutando pruebas en fase temprana en humanos de su vacuna contra el nuevo coronavirus (Foto: EFE/Rungroj Yongrit/Archivo)

Los trillizos actualmente tienen 21 años y estudian bioquímica, como su madre, y están interesados en su cometido de encontrar la vacuna contra el coronavirus, por lo que los tres han participado como voluntarios en los ensayos de Oxford.

La vacuna de la doctora Gilbert es una de las que lidera la lista de ensayos (Foto: EFE/EPA/SIPHIWE SIBEKO / POOL/Archivo)

Además, la científica dijo que no temía por posibles efectos secundarios de los ensayos: “Hemos usado este tipo de vacunas en varias ocasiones en el pasado, así que no esperamos sorpresas”.

Sus pruebas de la vacuna tuvieron resultados exitosos, los cuales pronto salieron a la luz, haciendo resonar el nombre de Sarah Gilbert en todas partes del mundo.

La Universidad de Oxford está en carrera para producir una vacuna que contrarreste al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (Foto: EFE/Javier Etxezarreta/Archivo)

Tras ello, medios de comunicación quisieron hacerle una entrevista, pero, al igual que otros de sus colegas, está acostumbrada a trabajar en relativo anonimato.

Desde casi dos décadas la científica se ha dedicado a la investigación en laboratorios, produciendo vacunas y obteniendo financiación para sus proyectos.

El primer paso de Sarah Gilbert, para llegar hasta este punto, inició cuando obtuvo su licenciatura en Biología en la Universidad de Anglia del Este, en Norwich, este de Inglaterra.

El nombre de Sarah Gilbert comenzó a popularizarse cuando sus ensayos de la vacuna tuvieron resultados positivos (Foto: Archivo)

Para 1991, obtuvo un puesto postdoctoral sénior en la Universidad de Oxford, en el campo de la genética, parásitos y la malaria, camino que la llevó a trabajar en el desarrollo de vacunas.

En 1998 dio a luz a sus trillizos y un año después se convirtió en profesora universitaria. Confesó que fue una etapa difícil de su vida.

“Es muy difícil equilibrar trabajo y vida personal (…) Parece imposible cuando no tienes apoyo. Tuve tres hijos. Las tarifas de la guardería eran más altas que mi salario”, recordó.