La Habana, EFE.- Cuba elevó este viernes hasta 54 el reporte de nuevos contagios de la COVID-19, que siguen en ascenso particularmente en La Habana con 43 positivos en la última jornada, números que significan un retroceso en la desescalada iniciada el pasado 3 de julio en el país.
Los 54 casos de hoy -52 cubanos y 2 mexicanos residentes en la isla- en el parte actualizado del Ministerio de Salud Pública (Minsap) representan la mayor cifra diaria reportada en los últimos tres meses.
De este nuevo grupo, 47 fueron contactos de casos confirmados, cuatro tienen fuente de infección en el extranjero y en uno no ha sido precisada, en tanto 40 fueron asintomáticos entre las 3.941 muestras examinadas el día anterior.
El rebrote del coronavirus en la isla ha sido provocado por varios eventos de transmisión local y focos de la enfermedad aparecidos en las últimas dos semanas en las provincias de La Habana y Artemisa que han disparado las cifras diarias desde el lunes pasado con 24, el martes subió a 31, el miércoles 25 y ayer jueves fueron 49.
La capital cubana -la única zona de la isla estancada en la fase 1 de la reapertura- concentra 43 de los nuevos casos positivos, 18 de ellos detectados en el municipio Habana del Este y el resto repartidos entre Marianao, Boyeros, Plaza de la Revolución, 10 de Octubre, Habana Vieja, Centro Habana, La Lisa, Guanabacoa y Playa.
La provincia Artemisa, que tiene la más alta tasa de incidencia de la isla debido a los brotes que reportó en los últimos 15 días, reportó 4 nuevos casos en esta jornada, mientras Villa Clara registró 6, y 1 correspondió a un residente en Matanzas que fue detectado a su regreso de un viaje al extranjero.
LA HABANA EN RETROCESO
La Habana acumula 1.536 infectados y, de los cinco indicadores epidemiológicos establecidos en la desescalada, solo cumple los de casos positivos con fuente de infección demostrada y el de eventos de transmisión local, mientras incumple la tasa de incidencia, el índice reproductivo básico (1,75) y la cantidad de casos activos (125), de acuerdo con datos del Minsap publicados la víspera.
En su territorio se han registrado siete eventos de transmisión local, cinco comunitarios y dos institucionales y 26 controles de focos abiertos, en los municipios Habana del Este, Centro Habana, Marianao y La Lisa.
Las autoridades sanitarias de la ciudad capital atribuyen el repunte infeccioso a una deficiente actividad de la pesquisa por parte de los equipos de salud, al relajamiento de las medidas de protección, el abandono del uso de la mascarilla y la violación sistemática de indicaciones en bares, cafeterías, piscinas y otros centros de servicios, fundamentalmente los nocturnos.
Además, consideran que ha influido el incremento de la movilidad urbana con incumplimientos de las medidas establecidas y de los protocolos de seguridad en centros asistenciales, que han generado contagios de personal de la salud.
El director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, señaló en su rueda de prensa diaria que la actuación irresponsable de algunas personas ha llevado a la situación actual por la cual las autoridades cubanas han anunciado la aplicación inmediata de 20 medidas para frenar la nueva ola de infecciones, centralizadas en la región occidental del país.
REFUERZO DE MEDIDAS
EL refuerzo de las medidas higiénico-sanitarias -que implica un retorno parcial a la “fase epidémica” previa a la reapertura- comienza este viernes con una limitación al mínimo posible de los accesos a La Habana, a donde no se puede llegar por medio del transporte masivo estatal pero sí en coches particulares.
Las máximas autoridades de La Habana informaron la víspera que se restringirá la capacidad de los autobuses y taxis públicos, que funcionarán solo hasta las 23:00 hora local, hora que será tope para la circulación de personas en las calles.
En este contexto, los bares y restaurantes, que han estado abiertos con limitaciones desde el pasado 3 de julio, solo operarán hasta las 21:00 horas y en el caso de los primeros solo podrán ofrecer bebidas y no se podrá bailar.
Estas disposiciones, cuya aplicación se ha anunciado de manera “rigurosa” según las autoridades, también mantienen el uso obligatorio de la mascarilla fuera de las casas.
La provincia de Artemisa, limítrofe con La Habana y hasta ahora en la tercera y última fase de reapertura, volverá a la fase 2. Ese territorio ya sobrepasó a la capital en el índice de casos por número de habitantes debido a dos grandes brotes que suman en total casi un centenar de contagios.
La localidad de Bauta, la más afectada de esa provincia, regresará a la fase 1, que incluye el funcionamiento limitado de algunas actividades económicas y servicios, junto a la mascarilla obligatoria, que en las siguientes etapas solo se lleva en espacios cerrados.
Las fronteras del país también están cerradas desde abril con la excepción de la entrada de vuelos humanitarios, de mercancías y para trasladar a sus brigadas médicas.
Aunque la mayor parte del país pasó a la fase 3 -que incluye la reanudación de vuelos regulares- el Gobierno cubano anunció que no abriría las fronteras hasta que La Habana, principal puerta de entrada al país, no avance en la desescalada.
La reapertura al turismo internacional -uno de los sectores de la economía cubana más golpeados por la pandemia- está permitida pero solo en los islotes que rodean a la isla grande, a donde no pueden acceder los visitantes.
LA PANDEMIA EN CUBA
De los 2.829 pacientes diagnosticados en Cuba con la enfermedad desde marzo pasado, se mantienen ingresados confirmados 310, de ellos 304 (el 98,1%) presentan una evolución clínica estable y 6 pacientes se encuentran en estado grave.
El número de decesos hasta la fecha es de 88, los evacuados son 2, y los pacientes recuperados suman 2.429, de los cuales 20 recibieron ayer el alta clínica.
Actualmente hay 686 pacientes ingresados en los hospitales cubanos y 11.351 personas son vigiladas desde el programa comunitario de Atención Primaria de Salud.