Asunción, EFE.- El polo paraguayo regresa poco a poco a los entrenamientos tras convertirse en el primer país de la región en contar con la aprobación de un protocolo adaptado a las restricciones impuestas por el coronavirus.
Y es que como comentó a Efe el presidente de la Federación Paraguaya de Polo (FPP), Juan José Arnold, los clubes se encontraban “en plenos preparativos para la temporada” cuando “explotó la pandemia”.
Paraguay detectó su primer caso de coronavirus a comienzos de marzo y, apenas unos días después, el Gobierno impuso una cuarentena sanitaria para evitar la propagación del virus que paralizó todas las actividades.
“Los que trajeron los caballos estuvieron con ellos en las caballerizas por un tiempo, porque también se cortó la circulación de transporte, hasta que eso se volvió a habilitar y pudieron volver los caballos al campo. Los que se quedaron en el campo mantuvieron un régimen distinto”, explicó el presidente de la FPP.
La temporada de polo en Paraguay arranca a comienzos de febrero, de ahí que algunos clubes ya hubieran comenzado a acercar a los caballos desde el campo, donde se encontraban desde el fin de la temporada en octubre, hasta sus lugares de entrenamiento.
Ese parón tuvo “un impacto económico muy fuerte”, que el presidente de la FPP estima en unos 10 o 12 millones de guaraníes (entre 1.440 y 1.730 dólares) perdidos mensualmente en una cadena que implica a cuidadores, veterinarios y herradores.
No obstante, la verdadera preocupación de los jugadores de polo eran sus caballos, “los verdaderos atletas” de este deporte.
“Un caballo de polo tiene que estar en permanente trabajo. Si a ese caballo se le deja, recuperarle lleva mucho tiempo. Ese tiempo significa más vitaminas, más ración, puede lesionarse, significa tratamientos particulares… Es todo un trabajo bastante difícil”, expresó Arnold.
PRIMER PROTOCOLO DE LA REGIÓN
Tras un par de meses de cuarentena total, el Gobierno inició en mayo una “cuarentena inteligente”, con un levantamiento progresivo de las restricciones por fases que permitían la vuelta a los entrenamientos al aire libre en la tercera etapa.
La FPP comenzó a trabajar con la Secretaría Nacional de Deportes (SND) y el Ministerio de Salud para la elaboración de un protocolo que les garantizara una vuelta segura a los entrenamientos.
“Cuando tuvimos el protocolo, el 10 de julio, comunicamos oficialmente a la Federación Internacional de Polo y tuvimos una noticia muy, muy grata para el Paraguay, como país, porque fuimos el primer país con protocolo aprobado de vuelta al polo, desde México para abajo, hasta Tierra del Fuego (Argentina)”, manifestó Arnold con orgullo.
Las medidas aprobadas van desde cuestiones de higiene, como el uso de desinfectantes, hasta algunos cambios en la práctica de este deporte.
El juego ya no se inicia con un ‘throw in’, con los cuatro jinetes de cada equipo en el medio del campo, sino desde el arco contrario, también queda prohibido el choque o la interacción directa con el jugador a partir de las 60 yardas, y los petiseros, como se conoce a los guardacaballos, tienen que mantener los dos metros de distancia entre caballos.
Con este protocolo aprobado, la FPP se centra ahora en la elaboración de otro para torneos.
El polo paraguayo tenía “un calendario muy fuerte” para este 2020, en el que aparecía el II Torneo Internacional de Polo, ahora suspendido, tras el éxito del campeonato del año pasado, que Arnold valoró como “histórico para Paraguay”.
“Estábamos preparándonos con todo y pasó esto; pero ante la crisis, la oportunidad”, concluyó.
ORIGEN DEL POLO EN PARAGUAY
Paraguay cuenta con unos 100 atletas de polo federados y en torno a 12 clubes habilitados por la SND, según las cifras del presidente de la FPP.
La práctica del polo en Paraguay comenzó a finales de los 80 “en destacamentos militares y a partir de ahí empezó el polo civil”, como contó Arnold a Efe.
La primera cancha de polo de Paraguay se encuentra en el Regimiento de Caballería N° 4 Acá Carayá, en las afueras de Asunción.
Allí, el mayor Víctor Mújica, responsable del Área Ecuestre, confirmó a Efe que, en Paraguay, “el polo se inició con el Ejército”.
“El polo es un arte que se practica y una disciplina que se cultivó”, aseguró.
Con el nuevo protocolo, los jugadores del Aca Caraya Polo Club también se han adaptado a estas medidas que cambiaron “todito el juego”, como dijo Mújica, aunque reconoció que la pandemia no tuvo tanto impacto en su caso.
“Nosotros vivimos en el cuartel, entonces para el entrenamiento de los caballos no afectó tanto y nosotros continuamos con el adiestramiento de los caballos. Cuando no llueve, se hace al aire libre el entrenamiento de caballo y cuando llueve tenemos un caminador de caballo, le entrenamos bajo techo al caballo”, apuntó.