Mientras África se acercaba al millón de casos confirmados de COVID-19, el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de la región advirtió que “no podemos tener fatiga” en la respuesta a la pandemia.
John Nkengasong habló con reporteros mientras los casos de COVID-19 en el continente superaban los 992.000. Más de la mitad se registraron en Sudáfrica.
África ha visto un incremento del 11 % en las infecciones en la última semana, menor que en las anteriores, pero Nkengasong apuntó que aunque es tentador ver un descenso, los números deben observarse en el conjunto de varias semanas para determinar la tendencia real de los contagios en el continente de 1.300 millones de habitantes.
La baja cantidad de pruebas de detección que se realizan sigue siendo una preocupación, pero Nkengasong afirmó que si los países hacen bien las cosas “tenemos una oportunidad de contrarrestar esta pandemia”.
Los Centros están siguiendo de cerca la situación en países como Etiopía, Kenia y Sudán a medida que suben los casos.
En Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica, es difícil encontrar equipos concentradores de oxígeno, que ayudan a las personas con COVID-19 a respirar.
Mientras tanto, los hospitales públicos tienen poco oxígeno médico, y registran una mayor tasa de muertes que los privados, informó el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles.
Por Infobae y AP