Florida le pisa los talones a California y se acerca al medio millón de casos de la COVID-19, en medio de la preocupación por la falta de ayuda para los desempleados y las quejas contra las autoridades por el manejo de la crisis.
Según informó el Departamento de Salud de Florida, el estado llegó este martes a 497,330 casos confirmados y a 7,042 muertes por COVID-19, con la suma de los 5,446 casos y 245 muertes contabilizados en las últimas 24 horas.
La cifra de fallecimientos diarios es la tercera más alta desde el inicio de la pandemia, pero la de nuevos contagios está lejos del récord de 15,300 alcanzado en julio, aunque hay que tener en cuenta que en los últimos días se han realizado menos pruebas de la COVID-19 debido al ciclón Isaías, que el domingo pasó cerca de la costa este de Florida como tormenta tropical.
Varios de los centros donde se toman las muestras en el sureste de Florida estuvieron cerrados desde el jueves por la tarde, pero volvieron a funcionar este martes.
Después de dos días en los que la tasa de casos positivos en los pruebas diarias estuvo por debajo del 10 %, una buena señal, este martes subió al 10,88 %.
También subió la tasa de positivos sobre el total de pruebas realizadas desde el 1 de marzo, cuando se detectó el primer caso de la COVID-19 en Florida, y se situó en 14,17 %.
MÁS CENTROS DE PRUEBAS EN EL EPICENTRO
En Miami-Dade, el epicentro de la COVID-19 en Florida, con 124.759 casos y 1.724 muertes desde el 1 de marzo, está previsto que hoy entren en funcionamiento dos sitios especiales que realizan pruebas para detectar antígenos cuyos resultados están listos en solo 15 minutos y a los que pueden acudir los mayores de 65 años y aquellas personas con síntomas de la enfermedad.
Las autoridades están tratando de acortar el periodo de espera de los resultados de las pruebas, que ha llegado a ser de dos semanas.
“No ayuda (a poner bajo control los contagios) si tienes síntomas y al cabo de siete días aun no has obtenido los resultados de las pruebas”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, este lunes.
El retraso en la entrega de los resultados de las pruebas, el no haber hecho obligatorio el uso de mascarillas a nivel estatal y la falta de un plan efectivo de rastreo de contactos de contagiados son algunas de las críticas que se hacen a las autoridades estatales de Florida por el manejo de la pandemia.
PROTESTAS POR FALTA DE CONTROL DE LA PANDEMIA
Este martes un grupo de personas manifestó su descontento contra DeSantis, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, y el presidente de EEUU, Donald Trump, en una protesta realizada en pleno centro de Miami, junto al llamado Centro de Gobierno, sede de las instituciones del condado.
Los organizadores de la protesta extendieron sobre la acera tres docenas de grandes bolsas de plástico negras con algo en su interior con forma de cadáver y una pancarta que decía “Relief not Reopen”, que significa “Ayuda, no reapertura”.
La incidencia de la pandemia en Florida fue moderada en los primeros meses, pero a mediados de junio, después de que el estado entrase en la fase dos de la reactivación económica, la enfermedad empezó a propagarse lenta pero firmemente y en julio empezaron a crecer las muertes.
Hoy es el segundo estado con mas casos acumulados de la COVID-19, solo superado por California que cuenta con más de 500,000.
Por EFE