Bogotá, EFE.- El presidente colombiano, Iván Duque, lamentó este martes que a su mentor, el exmandatario y senador Álvaro Uribe, a quien la Corte Suprema de Justicia le dictó detención domiciliaria, “no se le permita defenderse en libertad”, mientras que a criminales se les garantice el no ir a prisión.
“Duele como colombiano que muchos de los que han lacerado al país con barbarie se defiendan en libertad o, inclusive, tengan garantizado jamás ir a prisión, y que a un servidor público ejemplar, que ha ocupado la más alta dignidad del Estado, no se le permita defenderse en libertad, con la presunción de inocencia”, dijo Duque en una declaración.
Justamente, el presidente había criticado en mayo del año pasado la decisión de la Corte Suprema de dejar en libertad a alias “Jesús Santrich”, exjefe de la antigua guerrilla de las FARC que había sido detenido por narcotráfico y semanas después de recuperar su libertad retomó las armas para fundar una disidencia con alias “Iván Márquez”.
Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, anunció hoy en sus redes sociales la orden del alto tribunal de detención domiciliaria en un proceso que le sigue por presunto fraude procesal y soborno de testigos, aunque la propia Corte Suprema no se ha pronunciado aún al respecto.
Después de entregar la Presidencia en 2010 a Juan Manuel Santos, Uribe se convirtió en jefe de la oposición y fundó en 2013 el partido Centro Democrático, al que pertenece Duque.
LLAMADO A LA REFLEXIÓN
Ante la decisión de la Corte, el presidente Duque hizo un llamado “a la reflexión” y aseguró que entiende “el papel de las instituciones y la independencia de poderes”.
“Como ciudadano y creyente en las instituciones espero que las vías judiciales operen y que existan plenas garantías para que un ser humano íntegro ejerza a plenitud su defensa en libertad”, añadió Duque.
En ese sentido, el jefe de Estado calificó a Uribe como “un patriota genuino, entregado a servir a Colombia, como consta en una larga carrera de servicio público como director de la Aerocivil, alcalde de Medellín, senador, gobernador y como presidente de Colombia en dos ocasiones”.
Igualmente manifestó que el expresidente y su familia “han sido víctimas de todo tipo de ataques y difamaciones, de todo tipo de epítetos y de todo tipo de acusaciones”.
“Con gallardía, ha acudido siempre a todos los llamados que le ha hecho la Justicia, con la frente en alto”, aseveró.
El caso por el que se ordenó prisión domiciliaria para Uribe comenzó en febrero de 2012 cuando el expresidente demandó por supuesta manipulación de testigos a Iván Cepeda, congresista del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), que en esa época preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
Esa demanda acabó volviéndose en contra de Uribe cuando el magistrado José Luis Barceló, que fue quien recibió el caso en la Corte Suprema, no solo lo archivó sino que decidió abrir una investigación al ex presidente al considerar que pudo incurrir en la posible manipulación de testigos.