Los toletes de los peloteros latinoamericanos están preparados para sacar chispas cuando inicie la temporada 2020 dentro de la Liga Nacional, donde su protagonismo volverá a estar asegurado.
Son varios los jugadores que prometen incendiar los diamantes con el poder de sus bates o con la serpentina de humo desde lo alto de la lomita en el Viejo Circuito.
Entre ellos se cuentan el segunda base dominicano Robinson Canó, el lanzador venezolano Aníbal Sánchez, el receptor puertorriqueño Yadier Molina y otros que podrían empezar a consolidarse, como el joven lanzador mexicano Julio Urías.
Canó, el segunda base de lujo de los Mets de Nueva York, podría regresar como su mejor versión, después de haber perdido tiempo con tres períodos en la lista de lesionados, dos veces del cuádriceps izquierdo y una vez del isquiotibial izquierdo.
Pero lo hizo con seguridad en 10 apariciones consecutivas del 3 de agosto al 6 de septiembre, e irse perfecto con marca de 8-8 con tres dobles, un cuadrangular, tres impulsadas, seis anotadas y dos bases por bolas.
El dominicano consiguió su imparable número 2.500 de por vida, marca que alcanzó el 7 de mayo contra los Padres de San Diego.
Canó tuvo nueve jonrones, 21 impulsadas y un. 880 OPS en 42 juegos después del receso del Juego de Estrellas después de golpear cuatro jonrones con 18 carreras impulsadas en la primera mitad.
Además se convirtió en el décimo jugador en la historia de la franquicia en jonronear en su primer turno al bate como jugador de los Mets.
El último de esa novena en lograr la hazaña fue Mike Jacobs el 21 de agosto de 2005 contra los Nacionales de Washington en el Shea Stadium.
Con el poder de su bate pegó perfecto 4 de 4 con cuadrangulares el 23 de julio contra los Padres de San Diego, convirtiéndose en el jugador número 13 en la historia de la franquicia en conectar tres jonrones en un juego (la última realizada por el cubano Yoenis Céspedes el 11 de abril de 2017).
Fue también el tercer jugador de los Mets con un juego de tres jonrones en casa (también lo lograron Lucas Duda y Kirk Nieuwenhuis).
Canó se convirtió en el segunda base de más edad con un juego de tres jonrones.
Los campeones Nacionales de Washington tendrán a Sánchez desde lo alto de la lomita con disparos de fuego.
El venezolano, después de una estadía temprana en la lista de lesionados, logró marca de 11-2 con efectividad de 3.42 en 21 aperturas desde el 29 de mayo hasta el final de la temporada.
Sánchez tuvo su mejor racha ganadora de ocho juegos del 29 de mayo al 23 de agosto y consiguió efectividad de 1.82 con 34 ponches durante esa racha.
El lanzador terminó la temporada con marca de 3-1 con efectividad de 2.42 y un .200 opp. e hizo tres aperturas de postemporada.
En el primer juego de fase final contra los Cardenales de San Luis, lanzó siete episodios y dos tercios, aceptando sólo un imparable, hasta el final de la octava entrada cuando José Martínez le conectó sencillo al central.
Se convirtió en el primer lanzador en la historia en el juego por el título de Liga, en lanzar al menos siete episodios y dos tercios sin aceptar carreras y sin permitir más de un hit o una caminata.
Mientras que el receptor puertorriqueño de los Cardenales, Molina, se convirtió en el décimo cuarto receptor en la historia de las mayores en 12 o más temporadas con 100 o más hits (113 en 2019).
Lideró a los Cardenales con promedio de bateo de .305 con corredores en posición de anotar (32 de 105).
Además registrará su comienzo consecutivo número 16 (2005-19) del Día de apertura como receptor, extendiendo su récord de franquicia para la mayoría consecutiva en una posición.
Los 15 comienzos del Día de Apertura empataron a Lou Brock en el segundo lugar en la historia de la franquicia (1965-79) sólo por detrás de Stan Musial (18, 1946-63).
Sobre el montículo los Dodgers de Los Ángeles, que se convirtieron en el equipo favorito para llegar a la Serie Mundial, estará Urías, intentando consolidar su posición de abridor.
El mexicano, que hizo su primera lista del Día de Apertura como miembro de la rotación de los Dodgers, registró marca de 4-3 con cuatro salvados y efectividad de 2.49 en 37 partidos, ocho de ellos como abridor.
Urías ponchó a 85 bateadores contra 27 bases por bolas mientras lograba un WHIP de 1.08.
El mexicano terminó la temporada con la mejor efectividad de su carrera al mismo tiempo que estableció máximos profesionales en entradas lanzadas (79.2), partidos (37) y ponches (85).
Su mancha negra es que se perdió cinco partidos del 14 al 21 de mayo después de ser puesto en licencia administrativa, y fue reincorporado a la lista restringida el 2 de septiembre después de ser suspendido por 20 partidos bajo la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil de las mayores.
Urías apareció en tres partidos de postemporada con marca de 0-1 con efectividad de 7.36, siendo su asignatura pendiente.
El receptor venezolano Willson Contreras estará en la alineación de los Cachorros de Chicago.
Contreras bateó para promedio de .272 (98 de 360) con 18 dobles, dos triples, 24 jonrones y 64 carreras impulsadas en 105 partidos.
Sus 24 vuelacercas fueron el mejor de su carrera y la mayor cantidad de un receptor de los Cachorros desde que Rick Wilkins golpeó 30 en 1993.
Otro peloteros latinoamericanos que prometen brillar con luz propia son el bateador designado venezolano de los Piratas de Pittsburgh, José Ozuna.
El venezolano estableció máximos de carrera en carreras, dobles, jonrones y carreras impulsadas.
Conectó para promedio de .345 (10 de 29) como bateador emergente y compartió el liderato de las Grandes Ligas con 10 carreras impulsadas con Tyler Austin, Charlie Culberson y su compatriota Gerardo Parra.