Sao Paulo.- La aerolínea brasileña Azul, accionista privado indirecto de la portuguesa TAP, afirmó este viernes que el acuerdo alcanzado con el Gobierno luso garantizará la continuidad de la compañía, que volverá a estar bajo control estatal cinco años después.
“Con la ayuda proporcionada por el Gobierno portugués seremos capaces de garantizar la continuidad de TAP y también mantener la integridad de nuestra inversión”, señaló el primer ejecutivo de Azul, John Rodgerson, en un comunicado remitido a la bolsa de Sao Paulo.
Rodgerson destacó que TAP fue “severamente impactada” por la crisis del coronavirus, “como muchas otras compañías aéreas en todo el mundo”.
El acuerdo con Portugal incluye la venta de la participación indirecta del 6 % de Azul por un valor de aproximadamente 65 millones de reales (unos 12,2 millones de dólares).
Las partes también pactaron que la aerolínea brasileña, propiedad del empresario brasileño-estadounidense David Neeleman, renunciase a convertir en acciones el préstamo de 90 millones de euros que hizo a TAP en 2016.
El pacto “permitirá una inyección de capital vital” en TAP, añadió en la nota Azul, que es la mayor compañía aérea de Brasil en número de vuelos y ciudades atendidas.
El Estado portugués, que poseía el 50 % de las acciones de TAP, comprará una posición del 22,5 % tras alcanzar un acuerdo de última hora con los accionistas privados que evitó su nacionalización.
El resto del accionariado se mantendrá en manos privadas: un 22,5 % será del consorcio Atlantic Gateway, controlado por el empresario luso Humberto Pedrosa, y un 5 % de los trabajadores.
El acuerdo supone por tanto la salida de Neeleman de Gateway y, con ello, de la aerolínea.
Fuente EFE