Pekín continúa aumentando su capacidad para realizar test para contener el brote de coronavirus en la capital, cuyos nuevos contagios bajaron hoy por primera vez de la decena, y ha conseguido que sus laboratorios puedan ya analizar hasta un millón de muestras al día.
La capacidad para hacer test se ha duplicado en los últimos días con la llegada a la ciudad de personal sanitario y laboratorios móviles procedentes de otras provincias que pueden analizar hasta 230.000 muestras diarias.
Sin embargo, la capacidad de análisis de los laboratorios sigue siendo considerablemente inferior a las muestras diarias recogidas, que ascienden en la actualidad a cerca de 500.000 al día.
Con la realización de test de grupo conjuntos, que incorporan cinco muestras en un solo análisis, Pekín puede testar hasta un millón de personas en un solo día.
Si el resultado grupal es negativo, no hay peligro. En caso que un test con cinco muestras diese positivo, habría que realizar de nuevo el análisis a las cinco personas de ese grupo para determinar cuál de ellas sería la infectada.
El número de centros para la realización de pruebas ha pasado de 98 a 124 en los últimos días y desde el 11 al 20 de junio se han hecho test a 2,3 millones de personas, cerca del 10 por ciento de la población de la ciudad, de unos 22 millones de personas.
TEST A MÁS DE CIEN MIL REPARTIDORES DE COMIDA A DOMICILIO
Los nuevos contagios por el brote que se detectó el pasado 11 de junio en Xinfadi, el principal mercado de alimentos frescos de la capital, descendieron hoy hasta 9 frente a los 22 registrados el día anterior.
En total son 236 los contagios relacionados con el mercado de Xinfadi desde el inicio del brote, que se descubrió cuando la ciudad llevaba 55 días sin un solo nuevo caso y cuyo origen exacto todavía se desconoce.
Las autoridades sanitarias municipales esperaban completar el test hoy a más de cien mil repartidores a domicilio, que, junto a los taxistas, son los nuevos grupos considerados de riesgo para una eventual extensión del brote.
Además, se están realizando pruebas de ácido nucleico a todos los trabajadores de los restaurantes, los mercados, las tiendas de alimentación y las universidades de la ciudad.
Según los medios oficiales, más de 7.400 personas trabajan en los laboratorios en turnos día y noche sin interrupción para conseguir analizar el mayor número de test posible.
La televisión estatal mostró hoy unos laboratorios inflables que, junto a otros móviles, se han desplegado estos días en la capital y se pueden instalar en cuestión de minutos donde se necesiten.
Con todo, los centros designados para la recogida de muestras tienen ya una lista de espera de hasta cuatro días, lo que hace que se multipliquen las colas de ciudadanos ante ellos.
Debido a la diferencia entre la recogida de muestras y la capacidad de análisis de los laboratorios, los resultados de las pruebas, que habitualmente demoran unas seis horas, se están retrasando entre 24 y 72 horas.
Una campaña de test que, según los responsables municipales, podría continuar todavía entre siete y diez días, hasta que se elimine por completo la capacidad de transmisión del brote del virus.
Las pruebas de grupo, en las que se analizan las muestras recogidas de cinco o más personas en un solo análisis, ya se utilizaron en la ciudad de Wuhan, donde se detectó por primera vez el nuevo coronavirus que desencadenó la pandemia mundial.
Gracias a esos test conjuntos Wuhan pudo realizar pruebas a cerca de diez millones de sus habitantes en 19 días desde el pasado 14 de mayo.
EN UNA SEMANA DEJARÁ DE HABER NUEVOS CASOS, SEGÚN LOS EXPERTOS
Pekín ha dado prioridad a los test a gran escala entre los empleados de 36 industrias de alto riesgo, como servicios de comida a domicilio, supermercados, centros comerciales, mercados y centros de distribución de alimentos.
Otras empresas han decidido también realizar voluntariamente test a sus empleados.
En otras ciudades como Shanghái se ha incrementado igualmente la capacidad de realizar test y los centros de recogida de muestras han pasado de 84 a 105 en los últimos días.
Dos zonas más de Pekín han elevado su nivel de alerta al medio (2) con lo que se elevan a 39 las áreas de la capital en ese grado de emergencia, mientras que cuatro están consideradas de alto riesgo (1) actualmente.
El portavoz del Gobierno municipal, Xu Hejian, dijo hoy que las medidas de contención “están mostrando resultados positivos” aunque debe mantenerse la precaución ante la propagación del virus.
“La gente debe llevar mascarilla siempre al salir a la calle y a comprar y lavarse bien las manos tras tocar los productos en el supermercado”, recalcó Xu.
El epidemiólogo Wu Hao, experto del Centro de Control de Enfermedades de China, dijo a la televisión estatal que el brote en Pekín se “aplanará” y que el número de casos confirmados permanecerá estable.
“Sabemos ya dónde están los casos y quiénes son, por lo que está bajo control”, afirmó Wu, quien consideró que los nuevos casos confirmados no deberían durar más de una semana.
Una vez sea contenida la fuente de la infección y bloqueada la cadena de transmisión, el número de infecciones experimentará una pronunciada caída, según este experto.
En cualquier caso, advirtió de que tener la epidemia bajo control no significa que no haya nuevos casos en el futuro.
“Pueden aparecer nuevos casos no solo en Pekín sino también a lo largo del país, por lo que las medidas de prevención y control deben mantenerse para prevenir un nuevo brote”, recalcó.
El científico sostuvo que, a diferencia de lo sucedido en Wuhan -cuando se conocía poco del virus y tras el brote en el mercado se aisló completamente la ciudad- los procedimientos de aislamiento se han ceñido en Pekín a determinadas zonas.
En las zonas de riesgo medio, los residentes pueden entrar y salir de casa con controles de temperatura, mientras que las comunidades de viviendas con dos o más casos confirmados se han cerrado completamente.
En las áreas de alto riesgo se ha hecho lo mismo en comunidades con un solo caso confirmado.
LA INMUNIDAD NO TENDRÍA EFECTO A LARGO PLAZO, SEGÚN NUEVO ESTUDIO
Entretanto, hoy se publicó un estudio de la Universidad de Medicina de Chongqing, en el suroeste de China, que indica que el nivel de anticuerpos de la inmensa mayoría de un grupo de contagiados se redujo significativamente dos o tres meses después de la infección, lo que podría afectar también a las posibilidades de aplicación de las nuevas vacunas en desarrollo.
Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College of Technology, dijo al portal digital privado Caixin sobre este estudio que, aunque la muestra es pequeña, es consistente con las preocupaciones anteriores: “La inmunidad del nuevo coronavirus producida naturalmente por la población puede ser muy corta”.
Otro estudio de científicos chinos y estadounidenses publicado la semana pasada en el portal médico medRxiv.org analizó a 23.000 trabajadores sanitarios de los hospitales de Wuhan directamente expuestos a pacientes.
Los expertos estimaban que al menos un cuarto de los mismos estaban infectados de coronavirus, pero solo un 4 por ciento de los 23.000 había desarrollado anticuerpos tras los análisis realizados.
Fuente: Efe