Por Ernesto Rodríguez
La recta final de la campaña electoral toma color con la denominada “campaña sucia”, herramienta utilizada entre los partidos políticos para tirarse trapitos al sol, desacreditarse, y tratar de disminuirlo electoralmente con bombardeo de informaciones con poco sustento.
La campaña sucia en política es usada para tratar de dañar la imagen de un candidato o partido político, con el fin de cambiar la percepción de los votantes. Esta herramienta es un antiguo mecanismo que ha afectado a líderes políticos de todos los calibres.
El tema de partidos y candidatos ligados al narcotráfico resurgió con fuerza y enfrenta al Partido de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno, quienes se acusaron mutuamente de tener vínculos con el crimen organizado.
El caso de Yamil Abreu, dirigente del PRM, acusado de narcotráfico internacional y solicitado en extradición por Estado Unidos, salió a relucir en las ruedas de prensa realizadas por los dos principales partidos políticos del país.
Todo un debate y hasta pedido de investigación en instancias internacionales se ha desatado una lucha entre PLD y PRM respecto al financiamiento del narcotráfico.
Otro caso que ha tomado lugar, ha sido la pandemia del Covid-19, un tema que se ha convertido en instrumento político de los políticos por el uso de los recursos públicos.
Para el PRM la pandemia es usada por el Gobierno y su candidato presidencial, Gonzalo Castillo, para sacar provecho político, alegadamente manipulando los datos de contagios y muertes y el estado de confinamiento.
Mientras los legisladores de oposición usan estos argumentos para justificar las reducciones de las extensiones del estado de emergencia nacional que solicita el Poder Ejecutivo.
El Partido Revolucionario Moderno acusa a la maquinaria peledeista de divulgar falsas noticias de sus dirigentes en redes sociales. Esto ha provocado que hasta el expresidente Hipólito Mejía tenga que salir a desmentir en su cuenta de Twitter cosas que le atribuyen.
Un caso es el de Faride Raful, quien, según su padre ha sido víctima de la campaña sucia, tras desvirtuar el propósito de sus propuestas para ser elegida como senadora del Distrito Nacional.
Expresan que los ataques vienen en referencia a que se ha criticado que la candidata por el PRM no es del perfil pro vida y que defienden el aborto, tema que la joven política ha tenido que aclarar en las redes.
Otro caso se produjo en el mes de febrero en Santiago, donde la Junta Electoral de esta demarcación tuvo que emitir una resolución que ordenaba al empresario de la televisión, señor Anthony Marte, suspender la difusión de un spot, cuyo contenido trataba de una campaña sucia en contra del Abel Martínez Durán.
La realidad es que la parte final de la campaña electoral ha tomado un giro drástico, donde los partidos van como una locomotora a sin freno usando todas las herramientas que puedan con el fin de lograr el voto de la ciudadanía, esto, sin importar cuanto cueste el precio.