SANTO DOMINGO.- El combatiente revolucionario Antonio Isa Conde se declaró hoy “totalmente frustrado” ante el rentismo y el clientelismo que estos momentos arropa a la actividad política y que permea a las capas sociales de la República Dominicana, arrastradas a una campaña hueca, huérfana de ideas.
Deploró que esa situación esté ocurriendo pese a la existencia de programas de gobierno bien estructurados, con contenidos valiosos, que han implicado largas horas de trabajos técnicos de los diferentes partidos políticos. “Los activistas no promueven esos contenidos”, dijo.
El empresario y actual ministro de Energía y Minas lamentó que todos los estamentos sociales del país estén entrampados en ese modelo de política barata, en la que representantes de partidos discuten quién protege más a personas vinculadas a delitos como narcotráfico.
Isa Conde manifestó que comportamientos tan deprimentes en la política es lo menos que necesita el país en una coyuntura de crisis global causada por el COVID-19, que requiere una fuerte cohesión de los distintos sectores para enfrentarla.
“En mis 80 años y 60 de vida pública me sorprende el grado tan bajo en que ha caído la campaña electoral. Esto nunca lo pude imaginar. Cuánta suciedad. Estoy asqueado”, proclamó el funcionario.
Dijo que ese sentimiento se lo provocan no sólo los dirigentes y activistas políticos, sino también una parte importante de la sociedad que “se ha dejado enredar en las patas de esos caballos, contribuyendo con el retroceso político”.
“No puedo permanecer callado, no me es posible hacerlo y me reconforta que todavía tengamos gente con principios y valores capaces de juzgar los procesos con objetividad y equilibrio y exhortó a esa gente a no dejarse dominar por las pasiones”, subrayó.
Dijo que la parte buena de la sociedad debe unirse para “combatir la bajeza y la suciedad” sin importar de donde procedan, pues hay que entender que el país está por encima de todo eso.
Recordó que los problemas del país, en medio de la actual crisis, rebasan las capacidades de un solo hombre, de un partido político, y deben asumirse con visión integral, mancomunando fuerzas de todos los sectores.