Por Ernesto Rodríguez
La candidata a la vicepresidencia por el Partido Revolucionario Moderno, Raque Peña, quien hasta hace poco era una desconocido en el mundo político, tendrá en los próximos 23 días un papel predominante en las aspiraciones del partido opositor de querer ganar las elecciones del 5 de julio.
La ausencia de Luis Abinader de la palestra pública, por dar positivo al coronavirus, coloca a la catedrática, quien se ha visto activa participando en programas y actos del partido, en un rol de vital importancia política.
Raquel Peña, quien fue cuestionada por muchos cuando se dio a conocer su nombre el pasado 11 de marzo, como compañera de boleta de Abinader, ha tenido que demostrar su capacidad profesional en el escenario político.
Nunca como antes la presencia de la vice candidata presidencial se vería tan determinante en una recta final de una campaña electoral como en esta ocasión, en el que el PRM busca sacar del poder al PLD, quien gobierna desde el 2004.
La incertidumbre de algunos es si Raquel Peña cambiará su postura, o si continuará con el discurso que hasta ahora ha mantenido contra el opositor partido contra el gobierno.
Ya ha enseñado algunas garras política cuando expresó que en un gobierno PRM, no habrá “borrón y cuenta nueva”.
La ausencia física de Abinader en actos y actividades proselitistas, puede provocar que los estrategas del partido alteren sus planes para que Raquel llene una vacante difícil de suplir.
Lo cierto es que en los próximos 23 días, el PRM tendrá el gran reto de demostrar su unidad y fortaleza para no perder el lugar que ha logrado hasta ahora en una fuerte lucha por la Presidencia de la República.
La dirigencia perremeísta tendría que cerrar filas en torno a la figura de Peña, quien le toca dar la cara prácticamente en lo que resta de campaña o se produce el retorno de Abinader.
La recta final de la campaña se pone interesante y aunque algunos analistas consideran que la ausencia de Luis Abinader afecta al PRM, otros expresan que el partido oficialista no puede dormirse en sus laureles por el efecto que pueda tener lo sucedido.
