Miami, EFE.- Más de dos centenares de manifestantes salieron este martes a las calles del centro de Miami por cuarto día consecutivo para protestar por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.
Aunque las protestas han sido pacíficas en general, especialmente los dos últimos días, el Gobierno del condado Miami-Dade mantiene el toque de queda por precaución, entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana, hasta nueva orden.
Este martes la manifestación comenzó frente a la Oficina de la Fiscalía estatal del condado y el centro penitenciario y se desplazó hacia el distrito sanitario de la ciudad.
Los manifestantes en Miami, una ciudad multicultural, se solidarizaron con los afroamericanos que han fallecido a manos de las autoridades y pidieron la salida de la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, al considerar que “nunca ha querido imputar cargos a policías que han atentado contra personas de color”.
“Esto no es más que una llamada a la acción y es la manera en que la gente está diciendo que están cansados, que ya no pueden más”, dijo a Efe la manifestante Mary Eakins.
Al igual que el resto de los días la manifestación discurrió de forma pacífica, aunque el pasado sábado y domingo se produjeron algunos altercados y vandalismo una vez que cayó la noche.
El alcalde de la ciudad, Francis Suárez, reiteró que “estaba orgulloso de sus conciudadanos y de la policía” al haberse manifestado de forma pacífica “a diferencia de lo que había pasado en otras ciudades”.
De hecho, el director de la Policía de Miami-Dade, Alfredo Ramírez, otorgó un reconocimiento a Benjamín Torres, un manifestante pacífico que el pasado domingo impidió que un grupo saqueara una farmacia una vez concluyó la concentración.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló este martes que todas las concentraciones en el estado han sido pacíficas en las últimas 24 horas.
“Agradezco el trabajo realizado por las autoridades locales, la Guardia Nacional de Florida, las fuerzas de seguridad, los residentes así como aquellos que han hecho uso de la Primera Enmienda de forma pacífica”, añadió.
Sin embargo, el gobernador aseveró que “Florida no permitirá revueltas, saqueos o violencia” y recomendó que toda la población siga las directrices y el toque de queda de los gobiernos locales.
Floyd falleció tras ser arrestado el pasado 25 de mayo en Mineápolis (Minesota) después de que un oficial de policía lo sometiera con la rodilla en su cuello durante más de ocho minutos pese a sus quejidos de que no podía respirar.