El presidente de EE.UU. habría sido llevado a un búnker subterráneo el viernes a medida que aumentaban las protestas frente a la Casa Blanca por la muerte de George Floyd. El lugar fue utilizado en el pasado durante ataques terroristas, informa The New York Times, citando a una fuente cercana a la Administración.
Según el medio, el mandatario habría permanecido menos de una hora como medida de precaución tomada por los agentes del Servicio Secreto. Sin embargo, los funcionarios han aclarado que Trump nunca estuvo realmente en peligro.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia, Judd Deere, expresó que “la Casa Blanca no comenta sobre protocolos y decisiones de seguridad“. Asimismo, el Servicio Secreto señaló que los métodos de sus operaciones de protección no se discuten con los medios de comunicación.
Sin embargo, un día después, el presidente elogió a la agencia federal que lo protege por el trabajo realizado el viernes. “Gran trabajo anoche en la Casa Blanca por el Servicio Secreto de EE.UU. No solo fueron totalmente profesionales, sino que fueron muy chéveres. Yo estaba dentro, observaba cada movimiento, y no podría haberme sentido más seguro“, tuiteó Trump.
Además, el mandatario criticó a la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, acusándola de no permitir que la Policía local ayude a los agentes del Servicio Secreto. No obstante, la agencia federal citada declaró que la Policía de parques de EE.UU. y la Policía metropolitana estaban en la escena el viernes por la noche.
Las movilizaciones en contra del abuso policial se han extendido por todo el país. Durante el fin de semana se registraron violentas confrontaciones entre los manifestantes y la Policía en las afueras de la residencia presidencial. Incluso, la Guardia Nacional se activó en la ciudad de Washington para ayudar a los agentes locales a manejar la situación.