La ira por la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis a manos de un policía blanco que le presionó en el cuello con la rodilla durante la detención ignorando sus quejas de que no podía respirar ha desembocado en protestas más allá del estado de Minnesota.
En Atlanta durante la noche de este viernes los indignados además dañaron vehículos policiales, prendieron fuego a una patrulla y causaron destrozos en otras propiedades.
La alcaldesa de la ciudad, Keisha Lance Bottoms, que también es afroamericana, condenó los actos de violencia. “Cuando queman esta ciudad, están quemando nuestra comunidad”, declaró en una rueda de prensa.
“Están deshonrando nuestra ciudad, están deshonrando la vida de George Floyd y la vida de cada otra persona asesinada en este país. Somos mejores que esto”, agregó.