Un niño de apenas un año y cinco meses murió de hambre y sin sangre en el cuerpo, en el sector de Cienfuegos, de Santiago, según narró su madre, quien dice no tener recursos para dar de comer a sus otros seis hijos ya que tanto ella como el padre de las criaturas se mantienen de lo que pueden recolectar en el vertedero de Rafey, lugar al que les han impedido la entrada.
La devastada madre del infante Yani Alcántara, dijo que al no tener con qué alimentar a su bebé, en la última semana no tuvo otra alternativa que darle agua con azúcar, por lo que el niño o se fué debilitando hasta enfermar.
“Él se me hinchó, se me le hizo mucha bombolita de agua, yo lo llevé al médico a él y se me siguió hinchando. Él sufría de azúcar, ello me dijeron que él sufría de eso también”, manifestó la madre.
Alcántara teme que a sus otros vástagos les espere un futuro similar, ya que no ha recibido ninguna ayuda.
En un vídeo un dirigente comunitario explica que otros niños de la zona padecen hambre como el caso del hijo de Yani, por lo que pide el auxilio de las autoridades.
Otras de las dificultades que enfrenta la pobre familia es que según sus vecinos, la joven Alcántara y su marido nunca han declarado a ninguno de sus hijos, lo que imposibilita aún más cualquier tipo de ayuda que pudieran recibir a través de programas sociales del Estado.
RSA