Madrid,(EFE).-El noruego Magnus Carlsen, actual campeón del mundo de ajedrez, decimosexto en el orden de sucesión, conquistó este domingo el Memorial Steinitz, creado por la Federación Internacional (FIDE) en homenaje al jugador austríaco que detentó el primer título oficial, allá por 1886.
En la sección femenina del torneo también se impuso la primera cabeza de serie, la rusa Kateryna Lagno, campeona mundial de partidas relámpago en 2018, pero sólo en un dramático desempate contra la china Tingjie Lei.
Nueve victorias, tres derrotas y seis empates jalonaron la senda de Magnus Carlsen hacia la victoria final, con 12 de 18 puntos posibles y dos de ventaja sobre el ruso Daniil Dubov. El español David Antón eludió, en la tercera y última jornada, el último puesto y terminó noveno con 7,5.
Dubov, Gran Maestro desde los 14 años y ayudante de Carlsen en el último Mundial, había empezado la última jornada como líder con medio punto de ventaja después de haber derrotado el sábado a su jefe, y conservó su ventaja después de imponerse, en la primera partida del domingo, al español David Antón mientras el campeón derrotaba al ucraniano Anton Korobov.
Sin embargo, Dubov falló contra el penúltimo, su compatriota Alexander Grischuk, que terminó con dos damas, y Carlsen sudó para escapar a la derrota frente al “Niño” Antón en una línea publicada por el murciano en Chess24. Las tablas por repetición permitían al noruego empatar a 9 puntos con Dubov a falta de 4 rondas.
Carlsen demolió a Grischuk en la siguiente y quedó líder en solitario. Dubov había perdido con el chino Bu Xiangzhi y Antón había dejado la última plaza al vencer con negras a Peter Svidler.
El campeón mundial, que no había estado a su altura los dos primeros días, según confesión propia, exhibió su rango en el momento decisivo. Un nuevo triunfo, con negras ante Bu, le daba una ventaja de 2 puntos y prácticamente el título a falta de dos rondas.
El duelo Carlsen-Dubov se produjo en la penúltima, en una rara defensa Philidor. El ruso había ganado en la ida y ahora no perdió, pero las tablas otorgaban el título a Carlsen a falta de una ronda.
La batalla por el trofeo femenino se prolongó hasta el desempate en un vertiginoso Armagedon (5 minutos para las blancas, 4 para las negras pero a éstas les basta con unas tablas) en el que Lagno adoptó una táctica ultraconservadora contra la china Lei Tingjie, en busca de un empate que le garantizaba la victoria final.
El enfrentamiento directo entre Lagno y la kazaja Zhansaya Abdumalik -empatadas en el liderato por entonces- en la última ronda había acabado en tablas, pero la rusa no pudo cantar victoria porque Lei se metió en la refriega al vencer a la peruana Daysi Cori. La china remataba la liguilla de 18 rondas igualada arriba con Lagno.
En el Armagedón, Lagno se atrincheró con negras, controlando todas las posibles rupturas de las blancas, y cuando Lei, a la desesperada, quiso forzar la posición después de ejecutar decenas de movimientos instantáneos, perdió al cabo de 152 movimientos.