San Salvador, EFE.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sumó a los empresarios a su creciente lista de confrontaciones con diversos sectores tras acusar el martes a su principal líder, Javier Simán, de tratar de sabotear el trabajo de su Gobierno y dejar de reconocer su liderazgo.
Desde antes de llegara al poder, Bukele ha tenido diversas confrontaciones con los órganos de Estado, la Fiscalía General de la República, organizaciones de derechos humanos locales e internacionales y Gobiernos vecinos.
La ruptura con los empresarios supone una reducción en el circulo de posibles aliados del Ejecutivo de cara a la etapa pospandemia.
ENFRENTADOS POR FONDOS PARA COVID-19
La ruptura con Simán, quien recientemente llegó a ocupar el cargo de presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), que aglutina unas 14.000 empresas, se dio tras las críticas de este sector y de académicos a la gestión de millonarios fondos para atender la pandemia del COVID-19.
“Desde hoy, el Gobierno de la República desconoce a Javier Simán como representante de la empresa privada”, afirmó el martes Bukele desde sus redes sociales, donde lo acusó de buscar “sabotear el trabajo del Gobierno” en medio de la pandemia y aseguró que su Administración no ha recibo “ni un solo centavo” de estos fondos.
Los representantes de 5 organizaciones, incluida la ANEP, renunciaron ayer a un comité encargado de vigilar el uso de 2.000 millones aprobados por el Congreso entre acusaciones de falta de transparencia gubernamental.
El Gobierno de Bukele señaló que la renuncia se debió a que estas personas se rehusaban a presentar un informe de su patrimonio por el papel que supuestamente desempeñarían en el manejo de los recursos.
Simán respondió que “independiente de lo que el Gobierno pretenda, nosotros continuaremos diciendo la verdad, continuaremos buscando el diálogo y continuaremos trabajando por sacar el país adelante”.
También señaló que “no podemos acompañar decisiones del Gobierno que sean arbitrarias y sin rendición de cuentas”.
RESPALDO CENTROAMERICANO
La ANEP publicó en su cuenta oficial de Twitter una serie de comunicados en los que gremios de empresarios centroamericanos respaldan a Simán, quien fue precandidato presidencial para 2019 en la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha).
La Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores de Centroamérica y el Caribe (FECAEXCA) llamó al Gobierno salvadoreño a que “prevalezca la tolerancia y el diálogo para la búsqueda de acuerdos y soluciones”.
Mientras que el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) aseguró que la ANEP “es la cúpula empresarial de El Salvador y representa los más altos principios en defensa de la libre empresa”.
“Condenamos y rechazamos todo esfuerzo del Gobierno salvadoreño por presionar a los empresarios”, sostuvo la entidad y llamó a solventar las diferencias mediante el diálogo.
La Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica y República Dominicana (Fecaica) también rechazó las, a su juicio, “desafortunadas declaraciones” de Bukele.
“Instamos al Gobierno de El Salvador a trabajar de manera transparente y no promover división”, reza un comunicado de esta organización.
HISTORIAL DE CONFRONTACIONES
Antes de esta confrontación con los empresarios, el mandatario salvadoreño, que goza de una alta popularidad entre la población, se vio envuelto en una polémica por cuestionar la estrategia de Costa Rica para enfrentar la pandemia del COVID-19.
“Costa Rica nos daría la falsa impresión de que han aplanado la curva, pero realmente solo han bajado la cantidad de pruebas”, dijo Bukele en una cadena nacional de radio y televisión.
Tras recibir críticas por el manejo de un alza en la cifra de homicidios a finales de abril, el mandatario insinuó que organismos de derechos humanos internacionales apoyan a las pandillas.
“Es increíble el apoyo internacional que tienen las maras. Organizaciones que callan al ver cómo descuartizan salvadoreños, ponen el grito en el cielo porque les quitamos privilegios”, sostuvo el mandatario el 30 de abril.
Añadió que “no nos equivocamos cuando dijimos que (las pandillas) eran una organización criminal internacional”.
Las confrontaciones con el Congreso y la Corte Suprema de Justicia también han llamado la atención internacional sobre El Salvador.
El 9 de febrero pasado, Bukele ingreso con policías y soldados armados con fusiles al recinto legislativo, mientras que en marzo dijo durante una peculiar entrevista con el rapero puertorriqueño Residente que fue una “una forma de presión” para obtener financiación para sus planes de seguridad.
El presidente salvadoreño, que asumió el poder el 1 de junio de 2019 tras romper con un bipartidismo de varias décadas, anunció que no acataría un fallo del Supremo que le prohibía detener y confinar “forzosamente” a personas que se saltaran la cuarentena por COVID-19.
Bukele cumplirá el próximo 1 de junio un año de gobernar el país centroamericano y de cara a los comicios legislativos de 2021, donde los expertos prevén que los partidos que respalda consigan mayoría en el Congreso, actualmente dominado por la oposición.