El tamaño de la muestra abarca 20 manzanas en cada ciudad y 15 personas por manzana (300 personas total). En Bogotá, por ser la ciudad más grande, se tomarán muestras de 40 manzanas (600 personas en total).
El Instituto Nacional de Salud, en alianza con nueve instituciones, entre ellas la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, inició el estudio “Seroprevalencia de SARS-CoV-2 durante la epidemia en Colombia” para comprender el comportamiento de la infección en la población y apoyar el diseño de intervenciones efectivas de control.
La seroprevalencia es la manifestación general de una enfermedad o afección dentro de una población definida en un momento dado y que es medida con pruebas serológicas (de sangre).
La investigación, que busca conocer el alcance de la infección y su dinámica de transmisión, permitirá analizar la evolución de la prevalencia de COVID-19 en el país y estimar la respuesta inmune de los colombianos.
Juan Pablo Hernández-Ortiz, profesor de la Facultad de Minas de la Sede Medellín y director del consorcio Colombian Wisconsin One Health, explicó que el SARS-CoV-2 es un nuevo patógeno respiratorio en humanos que convive con la humanidad desde noviembre de 2019, por lo que es importante conocer su evolución.
Como los vacíos son muchos, los estudios serológicos proveerán información valiosa acerca de la epidemiología de la infección y la historia natural de la enfermedad, la cual es útil para la toma de decisiones sobre modelos de transmisión y estrategias de inmunización.
El profesor Hernández-Ortiz explica que al día de hoy se desconoce la respuesta inmune ante el virus, ya que este muta, y que en la actualidad en el país se tiene uno circulante propio, por lo que la idea es conocer cómo los colombianos nos estamos acostumbrando a este, además de la evolución de los anticuerpos.
En el estudio se adoptarán protocolos validados para detectar, cuantitativamente por examen de sangre ELISA, anticuerpos IgG e IgM de SARS-CoV-2 en las personas y pacientes incluidos en el estudio.
Los anticuerpos IgM proveen la línea base de defensa durante las infecciones virales, antes de la generación de la respuesta adaptativa IgG, la cual es importante para la inmunidad a largo plazo y la memoria inmunológica.
La detección de anticuerpos IgG e IgM proveerá información sobre la línea de tiempo de la infección, la proporción de infectados asintomáticos y sintomáticos en diferentes grupos poblacionales, lo que dará valor agregado al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Al indicar qué cantidad y proporción de la población ya tiene anticuerpos, se pueden establecer estrategias para el control de la propagación del COVID-19. Así mismo los resultados tendrán impacto en estudios seroepidemiológicos para detectar infección o inmunidad protectora.
Selección aleatoria para pruebas
El profesor Hernández-Ortiz indica que se avanza en la etapa administrativa-investigativa, en la cual se unifica el protocolo para identificar las manzanas, barrios y familias en las que se recogerán las muestras, además de buscar el personal en cada ciudad y los reactivos necesarios.
La toma de muestras se practicará en población de 11 ciudades que pueden estar expuestas o no a la infección por SARS-CoV-2. Las personas se seleccionarán aleatoriamente, lo que incluye casos confirmados sintomáticos o asintomáticos. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) ya confirmó su participación en el proyecto y ayudará en la apropiada selección de las familias en cada ciudad.
El estudio durará nueve meses y se realizará durante el segundo semestre de este año, cuando el país supere varios picos de infección y las personas empiecen a desarrollar la respuesta inmune. Se espera tener resultados preliminares en la mitad del segundo semestre del 2020 y los finales en enero de 2021.
El grupo de profesionales del consorcio Colombian Wisconsin One Health de la UNAL será el encargado de realizar la seroprevalencia en Medellín, Villavicencio y Leticia.
Según el profesor Hernández-Ortiz, la respuesta inmune empieza con una producción de anticuerpos IgM y luego se producen los IgG. La presencia de estos últimos indica que la persona ya se recuperó de un contagio y aunque el IgG todavía no está validado como correlato de protección, este sí es un buen indicador para generar estrategias de vacunación y control.
“Conocer la respuesta inmune de los ciudadanos al virus nos dará herramientas para determinar su estado real y la salud de los colombianos. Eso es clave porque cada persona que fue asintomática o tuvo síntomas leves y que no estuvo en estadísticas –pues nunca tuvo una enfermedad respiratoria aguda inusitada o nunca fue al hospital- se convierte en un caso asintomático previo en caso de tener anticuerpos IgG contra el COVID-19”, agrega el académico.
La información se utilizará para refinar y actualizar las recomendaciones de vigilancia epidemiológica (por ejemplo, definición de caso o período de incubación) y así determinar las características claves de la transmisión del virus, comprender su dispersión geográfica, gravedad e impacto en la comunidad.
El conocimiento generado del estudio permitirá orientar acciones de respuesta en salud pública, gestionar casos, reducir el potencial de propagación y el impacto de la infección por SARS-CoV-2 en el país, así como el adecuado uso de pruebas diagnósticas en el seguimiento de los pacientes.
Fuente El Expectador