Sao Paulo, (EFE).- El exministro de Justicia Sergio Moro afirmó este viernes en una entrevista a la revista Veja que presentará a la Corte Suprema pruebas contra el presidente Jair Bolsonaro, al que acusó de intentar “interferir políticamente” en la Policía Federal.
“Las pruebas serán presentadas en el momento oportuno, cuando las solicite la Justicia”, dijo Moro, sin ofrecer más detalles, el antiguo magistrado, cuya renuncia a la cartera de Justicia abrió una grave crisis en el Gobierno.
Moro también manifestó que durante el casi año y medio que integró el gabinete ministerial se dio cuenta de que “el combate a la corrupción no es la prioridad” del actual Ejecutivo.
El exjuez, conocido por haber liderado la operación anticorrupción Lava Jato y llevado a prisión a multitud de empresarios y políticos, entre ellos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, presentó su dimisión hace una semana después de que Bolsonaro decidiera destituir por razones desconocidas al jefe de la Policía Federal, Mauricio Valeixo.
En su despedida, Moro criticó duramente a Bolsonaro, al que acusó de intentar “interferir políticamente” en la corporación, que investiga a alguno de los hijos del gobernante.
La Policía Federal conduce una investigación por la diseminación en redes sociales de noticias falsas, las cuales se sospechan que fueron disparadas por grupos vinculados al concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, y otra contra el senador Flavio Bolsonaro por blanqueo de capitales en su etapa como diputado de Río.
El mismo día que dimitió, Moro envió al telediario nocturno de Globo, el de más audiencia del país, un intercambio de mensajes escritos con el presidente que insinuaban esa tentativa del mandatario de querer cambiar la cúpula de la Policía Federal.
A partir de esas explosivas declaraciones, la Corte Suprema autorizó a la Fiscalía General abrir una investigación contra Bolsonaro, quien pudiera haber incurrido en delitos de carácter penal, como coacción, prevaricación u obstrucción a la Justicia.
“No puedo admitir que me llame mentiroso públicamente. Él (Bolsonaro) sabe quién está diciendo la verdad”, dijo Moro a la revista Veja.
El instructor del caso en el Supremo, el juez Celso de Mello, decano de la corte, determinó en la víspera un plazo de cinco días para que Moro sea interrogado por la Policía Federal.
No obstante, el Ministerio Público también incluyó como investigado al propio Moro, pues en caso de que no se comprueben sus acusaciones podría ser denunciado por “calumnia”.
El exministro tachó de “intimidatoria” esa decisión de la Fiscalía de incluirle en el proceso como parte investigada.
Si hubiera indicios suficientes, la Fiscalía pudiera presentar una denuncia formal contra Bolsonaro ante el Supremo, que sólo le podría dar curso con el aval de una mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados (342 de un total de 513).
Si esa mayoría fuera alcanzada, Bolsonaro sería suspendido de su cargo durante 180 días, que sería el plazo del Supremo para realizar el juicio, y en caso de ser declarado culpable sería destituido y le sucedería en el poder el vicepresidente, Hamilton Mourao.
En medio de esta crisis, el mandatario nombró como nuevo jefe de la Policía Federal al comisario Alexandre Ramagem, amigo de su familia y en especial de sus hijos Flavio y Carlos.
Sin embargo, el nombramiento fue anulado por el juez Alexandre de Moraes, también del Supremo, debido a esa proximidad de Ramagem con el llamado “clan Bolsonaro”.