Paraguay prorroga el aislamiento mientras prepara su “cuarentena inteligente”

Asunción, EFE.- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, avanzó este viernes que la cuarentena total se extenderá por una semana más, tiempo en que el Ejecutivo ultimará su Plan de Cuarentena Inteligente, que contempla liberar a determinados sectores laborales o volver a las restricciones de acuerdo con el comportamiento de la pandemia del COVID-19 en el país.

“Teniendo en cuenta que la semana que viene es de lunes a jueves, porque el primero de mayo es feriado y son pocos los días en los que vamos a tener actividad, seguramente la decisión será tal vez continuar la cuarentena con la misma rigurosidad que tiene hoy”, dijo Abdo Benítez a los medios durante una visita al departamento de Ñeembucú.

Paraguay registra nueve muertos y 220 casos del coronavirus SARS-CoV-2, una cifra por debajo de las de la región y que el Gobierno atribuye a las medidas de aislamiento social aplicadas desde la aparición de la enfermedad.

La actual cuarentena, que antes de la declaración del presidente se extendía hasta pasado el 26 de abril, incluye restricciones a la circulación de personas y vehículos las 24 horas del día, salvo para las actividades esenciales.

CUARENTENA INTELIGENTE

En sus declaraciones, Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, indicó que el Plan de Cuarentena Inteligente sería anunciado a mediados de la semana próxima, si bien rechazó el término “flexibilización”.

“No queremos hablar de flexibilización porque eso parece que indica que se van a flexibilizar los controles”, acotó.

También esta mañana, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dio algunas pistas sobre esa “cuarentena inteligente”, señalando que la misma podrá tener variaciones en función de los resultados y con la mirada puesta en el aplanamiento de la curva.

“Vamos a tomar medidas que pueden ser un paso adelante, en otros detenernos o en otros volver a medidas más estrictas”, dijo el ministro en teleconferencia a los medios.

Mazzoleni no adelantó los sectores laborales y productivos que serían liberados en la nueva fase de la cuarentena, pero señaló que las clases seguirán suspendidas, al igual que los eventos masivos, como el fútbol.

El plan dispone la rotación por turnos de los sectores habilitados para volver al trabajo y la división del país en diferentes áreas, sobre las cuales se tendrá en cuenta los indicadores epidemiológicos del momento.

“Una vez que tengamos todo el plan definido y con todos los detalles lo vamos a anunciar, cuando el señor presidente tome la decisión y lo considere pertinente”, dijo el ministro.

El Ejecutivo ya anunció la noche del jueves la aprobación del protocolo de aplicación de la modalidad de teletrabajo para el sector público.

TERERÉ SIN COMPARTIR

No obstante, Mazzoleni indicó que la ciudadanía debe asumir que deberá adoptar por un tiempo un “modo coronavirus de vivir”, manteniendo las medidas de prevención sanitarias como el uso de mascarillas, la distancia en los supermercados y los hábitos higiénicos ya implantados.

En ese sentido, Mazzoleni reiteró la necesidad de abandonar la costumbre de compartir el mate o el tereré, la bebida nacional de los paraguayos, sino a consumirla de forma individual.

E insistió en afrontar la pandemia de “una manera inteligente” dadas las carencias históricas del sistema público de salud.
De hecho, esa precariedad obligó al Gobierno a decretar de forma temprana las medidas de “aislamiento total”, como forma de contener una posible expansión a gran escala del coronavirus mientras la red sanitaria se refuerza con insumos, personal de blanco y camas de terapia.

Para aliviar el coste social el Gobierno decretó, tras la aprobación del Congreso, una ley de emergencia con una línea de crédito de 1.600 millones de dólares, que incluye montos para el sector sanitario y para el trabajo formal e informal, este el más golpeado por el aislamiento.

Esa ley elevará la deuda pública de Paraguay hasta el 25 o el 27 % de Producto Interno Bruto, si bien hay analistas que aconsejan un mayor endeudamiento para hacer frente al impacto económico de las medidas de confinamiento.