Diez integrantes de tres familias diferentes contrajeron el coronavirus en el mismo restaurante en la ciudad de Cantón, China, que visitaron el 24 de enero, ha determinado un estudio de investigadores chinos que se publicará en la revista Emerging Infectious Diseases, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).
En el establecimiento en cuestión estaba prendido el aire acondicionado y al estudiar la dirección del flujo aéreo, los científicos han llegado a la conclusión de que con toda probabilidad fue precisamente la ventilación la que propagó las gotitas de virus.
“La transmisión del virus en este brote no puede ser explicada únicamente por la transmisión de gotitas. Gotitas respiratorias más grandes permanecen en el aire solo por poco tiempo y cubren solo pequeñas distancias, por lo general menos de un metro”, escribieron en el estudio.
Una de las familias estudiadas había viajado a Wuhan y uno de sus miembros que comió en el restaurante de Cantón no presentaba síntomas durante la visita, pero sí llegó a tener fiebre y tos a finales de aquel día y acudió al hospital. Para el 5 de febrero nueve personas más padecieron el covid-19, cuatro de ellas familiares del infectado que regresó de Wuhan —la única fuente de contagio conocida—, tres miembros de otra familia y dos de la tercera.
El primer portador del nuevo coronavirus contagió al menos a un miembro de otras dos familias que comían en las mesas de al lado, y luego la infección se propagó por la transmisión intrafamiliar. La distancia entre aquel paciente y otras mesas, sobre todo donde estaba la tercera familia, era de más de un metro. Las primera familia coincidió con la segunda durante 53 minutos y con la tercera durante 73 minutos.
Los científicos sostienen que el aire acondicionado propagó las gotitas del infectado inicial entre todas aquellas mesas. “Pequeñas gotas en aerosol cargadas de virus (<5 μm) pueden permanecer en el aire y viajar largas distancias, más de un metro”, apuntaron.
El 24 de enero en el restaurante se encontraban 91 personas, 8 de ellas empleados. En la planta donde estaban las tres familias que luego se vieron afectadas por el covid-19 había un total de 83 clientes, 73 de los cuales fueron considerados como contactos cercanos y permanecieron en cuarentena 14 días, aunque no desarrollaron síntomas y dieron negativo por coronavirus.
Como las muestras tomadas del aire acondicionado no mostraron presencia del SARS-CoV-2, los investigadores creen que su descubrimiento “es menos consistente con la transmisión de aerosol”, pero los aerosoles tienden a seguir el flujo de aire y en pequeñas concentraciones pueden ser insuficientes para provocar la infección a distancias más grandes en otras partes del restaurante.
Para prevenir la potencial propagación del virus en los restaurantes, los científicos chinos recomiendan aumentar la distancia entre las mesas y mejorar la ventilación del sitio, así como medir la temperatura de cada visitante.