Redacción NDigital
Santo Domingo.
Este Domingo de Ramos, como mayormente es conocido por la comunidad cristiana, marca el inicio de una Semana Santa sin precedentes. El cierre de puertos y aeropuertos dispuesto por el Poder Ejecutivo desde el pasado desde el pasado 16 de marzo, la prohibición de viajes al interior desde el pasado viernes y la reiterada recomendación de no agruparse y de mantenerse en aislamiento social para evitar la cadena de contagios, obliga a todos los dominicanos a quedarse en casa.
La arquidiócesis de Santo Domingo dispuso suspender la participación comunitaria en los actos propios de la Semana Santa, así como la procesión del (Domingo de Ramos), como parte de las medidas preventivas para la propagación del nuevo coronavirus Covid-19.
Los balnearios, playas y clubes privados, muy visitados en esta época, están cerrados.
El ministro de la Presidencia, en su condición de presidente de la Comisión de Alto Nivel para dar Seguimiento al Coronavirus, Gustavo Montalvo, informó que quedan prohibidos todos los viajes al interior del país durante los días que dure el período de alejamiento social.
«Es nuestro deber recordar que, con la extensión del toque de queda por quince días, quedan terminantemente prohibidos los viajes al interior del país, excepto para el transporte de mercancías esenciales» indicó Montalvo.
Informó que militares instalarán retenes en las entradas de los municipios, para asegurar la correcta aplicación de esta medida.