Los balcones y puertas a lo largo de Italia se vistieron de blanco para protestar por el asesinato de Lorena Quaranta, una doctora de 27 años de edad, asesinada por su pareja, quien la acusó de haberlo contagiado de coronavirus (COVI-19).
El crimen sucedió el pasado martes 31 de marzo en la localidad de Messina, en Sicilia. Tanto la víctima como el asesino –Antonio di Pace- laboraban en el Hospital Siciliano, ella como doctora y él como enfermero. Durante las últimas semanas, Lorena había estado atendiendo pacientes con el virus.
De acuerdo con medios locales, la pareja tuvo una discusión sobre el contagio de la enfermedad, que concluyó con Antonio estrangulando a Lorena hasta terminar con su vida. Fue el propio enfermero quien llamó a la Policía para reportar la muerte de su novia y confesar el crimen, argumentando que ella le transmitió el COVID-19.
El pasado viernes, la comunidad italiana colgó sábanas blancas en rechazo al feminicidio.
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