Bogotá, EFE.- Dos organizaciones internacionales alertaron hoy sobre la alta vulnerabilidad de los migrantes y los presos ante la pandemia en América, continente donde se ha confirmado la cifra de 270.000 casos de contagio y 6.500 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Tanto Humans Right Watch (HRW) como Amnistía Internacional (AI) dieron la voz de alarma ante el trato que los migrantes reciben sobre todo en Estados Unidos y denunciaron el hacinamiento de presos en las cárceles de Latinoamérica.
Junto a estas advertencias por contagio, este jueves continuó la dramática situación en Ecuador, donde cuerpos de fallecidos llevan esperando días para ser recogidos en los hogares en Guayaquil, la capital económica del país.
UNOS 270.000 CONTAGIADOS Y 6.500 MUERTES EN AMÉRICA
Entretanto, las cifras siguen aumentando: según la Universidad Johns Hopkins, hoy se confirmaron que más de un millón de personas se han contagiado y unas 51.000 han muerto en todo el mundo por la COVID-19.
El mayor número de contagios se concentra en EE.UU., nuevo foco de la pandemia, donde hay más de 242.000 casos y 5.850 fallecidos; seguido de Italia con 115.242 infectados y 13.915 muertos; y España con 110.238 contagios y 10.096 muertos.
Dentro del continente, después de Estados Unidos se ubican Canadá (más de 10.000 casos y alrededor de 130 muertes); Brasil, con unos 7.910 contagiados y 299 fallecidos; Chile (3.404 contagios y 18 muertos) y Ecuador (3.163 infectados y 122 decesos).
La situación se ha tornado especialmente crítica en Estados Unidos, donde Nueva York, el estado más afectado, registró hoy un total de 2.373 fallecidos y 92.381 contagiados, mientras busca alternativas para paliar la escasez de respiradores.
EL DRAMA POR CADÁVERES EN ECUADOR
Pese a registrar una de las cifras más altas en la región (3.163 infectados y 120 decesos), el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, reconoció hoy que los datos de contagio y fallecimientos por el coronavirus pueden ser aún mayores, algo que atribuyó al subregistro.
A la difícil situación en el país se añade la elevada tasa de contagios en la provincia de Guayas y su capital, Guayaquil, que ha provocado en la última semana un caos sanitario y funerario que el Gobierno trata de resolver mediante la recogida acelerada de cadáveres -muertos en domicilios por distintas razones- para darles sepultura.
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, que anunció hace dos semanas que estaba contagiada, solicitó incluso que el Municipio que dirige pueda levantar cuerpos de fallecidos por la enfermedad COVID-19 u otras circunstancias, a raíz de la “alarmante situación” que atraviesa esa ciudad costera.
ALERTA SOBRE MIGRANTES Y PRESOS
Por su parte, las alertas de Humans Right Watch (HRW) como Amnistía Internacional (AI) inciden también en grupos de población muy vulnerables y con rápida capacidad de contagio ante el virus.
Amnistía Internacional (AI) denunció que las autoridades de Estados Unidos, México, Canadá, Curazao y Trinidad y Tobago detienen de forma peligrosa a migrantes y solicitantes de asilo y exigió su liberación para evitar contagios de coronavirus.
HRW también acusó a Estados Unidos de poner en riesgo de contraer el coronavirus a los miles de demandantes de asilo que son enviados a asentamientos en México en respuesta a la nueva normativa conocida como “permanece en México”.
Esa organización considera que esos demandantes de asilo deberían poder aguardar junto a sus familiares o amigos en EE.UU. bajo un régimen de cuarentena o, en última instancia, ser acogidos en instalaciones del Gobierno federal.
HRW urgió, asimismo, a los Gobiernos de Latinoamérica y el Caribe a reducir el “hacinamiento” de sus cárceles y centros de detención juveniles para prevenir posibles brotes de la COVID-19, para evitar consecuencias negativas muy graves para la salud del resto de la población.
Algunos Gobiernos, como los de Chile, Argentina y Brasil ya han adoptado “medidas para permitir el arresto domiciliario u otras alternativas al encarcelamiento para ciertas categorías de reclusos”, apunta HRW, que pide al resto de países que “consideren alternativas”.
CONFINAMIENTO AUMENTA
Mientras tanto, en América las medidas de distanciamiento social se siguen endureciendo a medida que aumentan los contagios.
Hoy, por ejemplo, Perú determinó que hombres y mujeres solo podrán circular en días diferentes y alternos mientras dure de la cuarentena, que concluye el 12 de abril, para intentar reducir la curva de contagios en el país, donde hay ya 1.414 infectados y 47 muertos.
Colombia también permanece en cuarentena nacional desde el pasado 25 de marzo y hasta el 13 de abril, una fecha que las autoridades están evaluando extender luego de que el país alcanzara los 1.161 contagios y 19 fallecimientos por el virus.
Mientras el presidente dominicano, Danilo Medina, decretó este jueves la extensión del toque de queda en vigor en el país por 15 días más a partir de este viernes, como medida de prevención por el coronavirus, que deja en el país 60 muertos y 1.380 enfermos.
Datos de Naciones Unidas y del centro Pew Research, en Washington, apuntan que en este momento el 93 % de la población mundial (7.200 millones de personas) se encuentra confinada para frenar el avance del virus, lo que ha paralizado la economía y el empleo.
Esa preocupación llevó hoy a los estados de las regiones sur y sureste de Brasil, que concentran la mayor parte de la población y son los más afectados por el coronavirus en el país, a exigir “acciones urgentes” por parte del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro para evitar el “colapso económico”.
TERMINA LA ODISEA DE DOS CRUCEROS
Tras días de incertidumbre ante la negativa del Gobierno local, los cruceros Zaandam y Rotterdam, de la compañía Holland America Line (HAL), fueron autorizados este jueves a entrar en Port Everglades (sureste de Florida, EE.UU.), para el desembarco de la mayoría de personas a bordo, algunas enfermas de COVID-19.
La prioridad será la salida de las personas que requieren atención médica, y se prevé que el desembarque del resto se complete este viernes.
El Zaandam inició el 7 de marzo pasado en Buenos Aires un viaje por Suramérica de un mes de duración, que iba a terminar en Port Everglades, en Fort Lauderdale (Florida) el 7 de abril y durante el cual han muerto cuatro pasajeros de edad avanzada.
A bordo se declaró un brote de una enfermedad con síntomas parecidos a la gripe, de la que llegó a haber unas 200 personas afectadas, pero no fue autorizado a atracar en puerto alguno después de su última escala en Punta Arenas (Chile) el 14 de marzo.