El 16 de marzo, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció en una conferencia de prensa que un fármaco, llamado cloroquina, mostró resultados alentadores contra el coronavirus.
Estas declaraciones se diseminaron rápidamente en redes y medios poniendo en riesgo muy serio a la gente que no dudó en automedicarse con cloroquina. De hecho, una pareja de Arizona (el hombre murió y la mujer se encuentra hospitalizada) confundió y consumió una versión del químico que se usa para limpiar acuarios. Aquí te explicamos qué es la cloroquina y por qué se considera que podría tratar el coronavirus ( COVID-19).
Breve historia de la cloroquina
La cloroquina (también conocida como fosfato de cloroquina) es un medicamento antipalúdico. No es un ingrediente natural, su descubrimiento se basa en el alcaloide quinina, también utilizado contra la malaria, que se extrae de la corteza de varias especies de árboles Cinchona (Cinchona spp., Rubiaceae) que son nativos de las regiones andinas de América del Sur.
La malaria o paludismo es una de las principales causas de muerte en el mundo, constituye un grave problema sanitario en más de 90 países. En el libro “La historia de los medicamentos”, su autor, Michael Gerald, explica que cuando fueron boicoteados los suministros de quinina durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos centró su esfuerzo en descubrir fármacos sustitutos, capaces de tratar el paludismo. “De los catorce mil compuestos seleccionados, la cloroquina demostró ser el más efectivo”.
Además de ser más potente y menos tóxica que la quinina, la cloroquina, que actualmente se vende bajo la marca comercial de Aralen o como medicamento genérico, se convirtió en la más empleada para la prevención y el tratamiento de las infecciones por malaria desde mediados de la década de 1940. “Entre sus numerosas ventajas se incluyen su eficacia, rapidez de acción, durabilidad, pocas reacciones adversas, seguridad durante el embarazo y bajo coste”, dice Gerald.
La cloroquina solo se consigue bajo receta médica y se encuentra disponible en pastillas de dos tamaños: 150 mg. de base (250 mg. de sal) y 300 mg. de base (500 mg. de sal). Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ( CDC) explican que, tanto los adultos (incluidas mujeres embarazadas y que estén amamantando) como los niños deben tomar una dosis de cloroquina a la semana y comenzar al menos una semana antes de viajar a una regiónf donde se transmite el paludismo. Deben continuar con la dosis semanal mientras se encuentren en ese lugar y durante cuatro semanas seguidas después de marcharse del área.
Los CDC también señalan que la cloroquina es un medicamento relativamente bien tolerado. Las reacciones adversas más comunes que se han reportado son dolor estomacal, náuseas, vómitos y dolor de cabeza. Sin embargo, antes de comenzar a tomarla debes consultar con un profesional de la salud.
Por qué se la vincula al COVID-19
Después del brote del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2002 / 2003, y del síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS) en 2012, se llevaron a cabo miles de exámenes aleatorios sobre medicamentos aprobados para identificar alguno que pudiera bloquear las infecciones. Varios de ellos, incluida la cloroquina, se mostraron positivos en estudios in vitro, sin embargo, no mostraron suficiente actividad para ser considerados más a fondo.
Fuente: Yahoo noticias