Ciudad del Vaticano, 28 mar (EFE).- El Vaticano confirmó hoy la noticia de que un funcionario de la secretaria de Estado que reside en la casa Santa Marta, donde vive el papa Francisco, dio positivo y son así seis los casos registrados y que hasta ahora se han realizado otras 170 pruebas que han dado negativo.
Bruni explicó que “el funcionario de la Secretaría de Estado residente en Santa Marta presentaba algunos síntomas y fue puesto en aislamiento y aunque sus condiciones de salud no son particularmente críticas, como precaución, la persona ha sido ingresada en un hospital romano bajo observación”.
De acuerdo con los protocolos de salud previstos, agregó el portavoz, se realizó tanto la desinfección de los ambientes, el lugar de trabajo y la parte interesada de la residencia y se establecieron los contactos realizados por esta persona en los días anteriores.
“Los resultados confirmaron la ausencia de otros casos positivos entre los que residen en Casa Santa Marta”, añadió.
Además como precaución se han realizado 170 pruebas entre los empleados de la Santa Sede y los residentes de la residencia del papa y que han dado negativas, informó Bruni.
Por tanto, las personas afectadas por Covid-19 entre empleados de la Santa Sede y ciudadanos del Estado de la Ciudad del Vaticano son actualmente seis.
El diario “Il Messaggero” había adelantado hace alguno días la noticia de las pruebas masivas y del funcionario residente en Santa Marta que había dado positivo.
El Vaticano, que espero hasta hoy para confirmar la noticia, no precisó que el papa Francisco haya sido sometido a una segunda prueba que también habría dado negativa por coronavirus, después de la que ya se le realizó cuando estuvo fuertemente resfriado.
“Il Messaggero” informó de que el segundo nuevo caso es el de otro funcionario de la Secretaría de Estado, aunque este vive en una residencia fuera de los muros vaticanos.
Tampoco ha informado de las medidas que se han tomado para proteger al papa Francisco de un posible contagio.
Según el diario romano, Francisco ha dejado de almorzar en el comedor común y come solo en su habitación, y ha limitado las visitas, aunque sigue recibiendo a personas en audiencias privadas.
Además, según el diario, Francisco no ha querido trasladarse a las habitaciones del palacio pontificio, donde antes vivían los papas, y que él rechazó al sentirse demasiado aislado, pero que habrían sido una alternativa a la actual residencia donde viven decenas de sacerdotes.