Cuba anunció este viernes el cierre de sus fronteras durante un mes excepto para los residentes en la isla y las actividades comerciales desde el próximo martes con el fin de evitar la llegada de nuevos casos de COVID-19 al país, que ya suma 21 enfermos, de los que uno ha muerto, y al menos otras 500 en aislamiento preventivo.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, hizo el anuncio en la televisión durante un programa especial en el que se anunciaron las últimas medidas del Gobierno frente a la pandemia, “un desafío inédito” que “no ha podido ser contenido por las sociedades más desarrolladas del planeta”, recordó.
Hasta hoy las fronteras cubanas permanecían abiertas y los vuelos seguían llegando con normalidad desde países afectados, lo que ha generado inquietud entre la población y peticiones en las redes sociales de que se cerraran las entradas a puertos y aeropuertos.
Desde el próximo martes solo se autorizará la entrada a residentes en Cuba en todas las categorías, lo que incluye a cubanos que estaban de viaje o de misión, aquellos con residencia habitual en el exterior pero que conservan domicilio en la isla y extranjeros con carnet de residencia temporal o permanente en el país caribeño, indicó el presidente.
Los cubanos y residentes extranjeros que regresen al país caribeño serán sometidos a dos semanas de cuarentena en dependencias sanitarias, avanzó por su parte el ministro de Salud, José Ángel Portal.
En cuanto a las salidas, se gestionará la devolución en los próximos días de 60.000 extranjeros no residentes que aún se encuentran en la isla, en su mayoría turistas de varias nacionalidades, a razón de unos 13.000 viajeros por día.
Díaz-Canel también conminó a la población a que asuma “prácticas de distanciamiento social”, entre ellas evitar los saludos efusivos, las aglomeraciones y el transporte público en horas punta, y afirmó que se están evaluando propuestas para ampliar el trabajo desde casa.
“Ni besos ni abrazos, y cuando esta epidemia pase, nos abrazaremos para celebrarlo con todas las ganas”, apostilló.
También afirmó que se trabaja en “el reordenamiento del comercio” y otras medidas relacionadas con “el reordenamiento salarial, crediticio y tributario”, en un momento en que las actividades económicas del país están siendo fuertemente afectadas, en especial por la detención del turismo, una de sus principales fuentes de ingresos.
“No se descartan otras medidas más severas en próximas horas o días en función de la evolución de la situación en el país y en el mundo”, agregó, tras anunciar que de momento no se aplicarán en Cuba normas más estrictas como el confinamiento domiciliario.
Fuente: EFE