La pandemia de coronavirus está obligando a muchas empresas a cerrar, suspender sus operaciones o a permanecer en “stand-by” mientras esperan instrucciones oficiales por parte de sus gobiernos, pero una profesión se está beneficiando especialmente de esta actual crisis de salud, mientras que sus clientes en cuarentena aprovechan al máximo sus servicios.
El negocio de las “Camgirls” o “modelos de cámaras web”, un espectáculo mayormente pornográfico interactivo en internet, estaría en un momento álgido de apogeo mundial, pues hordas recluidas de usuarios buscarían aliviar su ansiedad derivada de la tensión por la pandemia y por la necesidad de permanecer en casa, según apreciaciones externadas por algunas trabajadoras de la industria para adultos.
“Si estás tratando de vender pornografía, tener a todo el país encerrado en casa sin nada que hacer es una especie de escenario de ensueño”, dijo la estrella del porno Kate Kennedy, con sede en Los Ángeles, al periódico norteamericano The New York Post.
La chica de 25 años decidió probar suerte por su cuenta: abrió una cuenta en el sitio OnlyFans, donde los usuarios pagan 10 dólares al mes para ver a otras personas haciendo una variedad de actividades ante la cámara -que van desde tareas domésticas como doblar la ropa desnudas o cepillarse los dientes, hasta actos sexuales-, por lo que se deduce que este tipo de negocios experimentan un auge para las “artistas sexuales en solitario”.
“Las chicas de cámara y los creadores de contenido están haciendo negocios como locos”, mencionó al diario.
Por su parte, Joslyn Jane, de 29 años y con sede en Miami Florida, quien vende sus videos de sexo en solitario y “sesiones en pareja” en el sitio OnlyFans y que adicionalmente comercializa otro tipo de contenidos sexuales en video desde $5.99 hasta $32 dólares en el sitio ManyVids, dijo al mismo diario que ha recaudado alrededor de $1,700 dólares por semana en propinas y ventas, un aumento sustancioso considerando que ganaba un promedio de $1,050 dólares antes de la contingencia sanitaria. “Están sucediendo muchas cosas”, mencionó.
Prueba de esto son las redes sociales: “Supongo que me quedaré y veré a las chicas de cámara toda la noche”, tuiteó el usuario @Hologram_Matrix, en referencia a la disposición de permanecer aislado y ocupado en casa.
Pero no todas las trabajadoras sexuales están acumulando dinero ni “haciendo su agosto” ante esta pandemia mundial. Las bailarinas exóticas que en su labor se acercan a sus espectadores y tienen un trato personal con su clientela están abandonando el “tubo” para mantenerse a salvo de Covid-19.
“He decidido quedarme tan lejos como pueda de todos los clubes”, dijo la bailarina Tyler Faith al mismo periódico. “He cancelado bastantes apariciones. Hay que estar a salvo en estos tiempos”, finalizó.
En las últimas semanas, internet se ha inundado de pornografía con temática de coronavirus, donde se muestran tramas donde médicos y pacientes en cuarentena representan situaciones eróticas. Los productores de este nuevo género de contenido para adultos afirman que el “corona-porno” tiene como objetivo educar a las personas sobre las prácticas de higiene adecuadas.