El presidente dela Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, afirmó que si no se hubiesen suspendido las elecciones municipales del pasado domingo, el proceso hubiese terminado en una tragedia.
Dijo que en la JCE impera un sentimiento de vergüenza colectiva y una pena infinita “capaz de matar a cualquiera”.
“La vergüenza que ha pasado esta institución, sus empleados, sus funcionarios y su pleno que nos hemos pasado desde el domingo para acá recibiendo el pésame como si se nos murió alguien… Y es verdad que se murieron varias cosas aquí. Se murió todo el trabajo, se murió muchas horas de desvelo, se murió la vida misma de uno que terminó en un acontecimiento inexplicable, todavía inexplicable”, expresó Castaños Guzmán al tiempo que dijo “Esta Junta tiene que nacer de nuevo”.
“He escuchado todo lo que se ha dicho y no me defenderé de nada, no tengo derecho de defenderme de nada. Tengo que aceptar que se ha cometido un error”, afirmó tras escuchar los planteamientos de los delegados de los partidos políticos en la audiencia pública sobre el montaje delas elecciones extraordinaria.
El magistrado señaló que entre el proceso de alianzas, conocimientos de sentencias, leyes nuevas y reuniones indiscutibles socavaron la paz que caracterizaría al proceso.