Steve Jobs es uno de los personajes más importantes en el mundo de la tecnología debido a sus innovadoras ideas, sin embargo, uno de los elementos que podrían haber influido en su manera tan disruptiva de pensar e incluso en su juventud cerebral es algo que realizaba de forma recurrente a diario: meditar.
De acuerdo con un artículo del escritor y conferencista Geoffrey James para la revista especializada en negocios, Inc., Jobs no sabía que la meditación podía provocar que el cerebro envejeciera más lento o incluso pusiera en reversa el proceso de deterioro, sino que únicamente la practicaba, pues ésta le permitía mantenerse calmado, además de que, según el co fundador de Apple, le ayudaba a ser un mejor gerente.
Cabe recordar que Jobs recurría a técnicas de meditación de la atención plena, las cuales ya han sido aceptadas por la neurociencia, y algunos de sus efectos benéficos son concentrarse por períodos más largos, mantener la calma cuando se está bajo presión y manejar el estrés relacionado con las tareas del trabajo.
Por otra parte, información del portal científico Psycohology Today apunta que en condiciones normales, los cerebros se deterioran a medida de que una persona envejece. Es algo normal. Diversos estudios basados en tecnología de escáner en este órgano incluso han revelado que el envejecimiento puede provocar que el cerebro se encoja.
“Los tractos nerviosos en el cerebro se contraen, agrandando las cavidades del líquido cefalorraquídeo e incluso dejando huecos en el cerebro. La contracción ocurre en las ramas terminales de las neuronas que forman los puntos de contacto entre ellas. Las personas pueden perder el 40% o más de las neuronas de dopamina, lo cual puede causar enfermedades como el Parkinson”, destaca el portal científico.
Otros de los síntomas que puede conllevar el deterioro del cerebro es la lentitud en los reflejos o las fallas de la memoria. Incluso pensar en nuevas cosas se vuelve un proceso más complejo. Además de eso, la resistencia mental se disminuye.
A partir de los 45 años es cuando estos padecimientos se pueden medir de mejor forma, pues ese es el momento en que las personas comienzan a experimentar cambios como la disminución de la agilidad mental. A los 60 años, los síntomas ya tienen repercusiones visibles, mientras que a los 70 años de edad, las afectaciones suelen tener un impacto debilitante en la vida de las personas.
Las recomendaciones en torno a los problemas físicos son mantener una buena alimentación, así como realizar rutinas de ejercicios de manera constante, sin embargo, tener una buena condición corporal no aminora el envejecimiento cerebral, lo cual sí puede hacer la meditación.
Un estudio realizado por el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard descubrió que meditar durante 30 minutos diarios durante ocho semanas contribuyó a poner en reversa el deterioro mental, pues tiene efectos en el cerebro como engrosar el cingulado posterior, que aumenta el enfoque y la confianza en sí mismo, así como engrosar el hipocampo izquierdo, con el cual se regulan las emociones, además del aprendizaje y la memoria.
Otros efectos que tiene la meditación en el cerebro de las personas se encuentran engrosar la unión temporoparietal, que aumenta la empatía, la compasión y la perspectiva. Además de esto, también redujo la amígdala, con lo cual se obtiene una disminución del estrés y de la probabilidad de una respuesta de huida o pelea.
Aunque Steve Jobs murió a los 56 años por un cáncer de páncreas que posteriormente se regó a otras partes de su cuerpo constituyendo así una metástasis, la meditación pudo haber provocado que su cerebro, a decir de Geoffrey Jame, se mantuviera “tan sano, activo y creativo como cuando era mucho más joven”.