Los alimentos que causan inflamación en su cuerpo también contribuyen a causarle obesidad, trastornos cardiovasculares y diabetes.
Intente limitar el consumo de estos alimentos:
Carbohidratos refinados
Entre estos se encuentran los productos de harina blanca como galletas, pan blanco, arroz blanco, papas blancas (puré instantáneo o papas fritas) y muchos cereales.
Los carbohidratos procesados tienen a las grasas como el principal impulsor del aumento en las tasas de obesidad y otras enfermedades crónicas.
Estos alimentos de índice glucémico incrementan rápidamente la glucosa en la sangre.
Grasas trans (alimentos fritos)
Las grasas trans pueden encontrarse en comidas rápidas y otros productos fritos, bocadillos procesados congelados y para el desayuno, galletas, donas y margarinas de barra.
Estas grasas son de conocidas por desencadenar una inflamación sistémica. Dichas grasas se encuentran principalmente en alimentos procesados a partir de aceite parcialmente hidrogenado.
La Escuela de Salud Pública de Harvard señala que las grasas “malas” – grasas trans – aumentan el riesgo de enfermedad, incluso cuando se comen en pequeñas cantidades.
Refrescos y otros productos azucarados
Los productos con grandes cantidades de azúcar agregado como postres, pasteles, barras de chocolate y refrescos, desencadenan la liberación de sustancias que promueven la inflamación llamadas citocinas.
Los fabricantes de alimentos también suelen usar edulcorantes que técnicamente no son azúcar, y que aparecen con nombres, como fructosa o sacarosa, glucosa, dextrosa, cualquier palabra terminada en “osa”, así sean se origen natural como jarabe de maíz o miel de maple, se trata de azúcar agregado que nuestro cuerpo no necesita.
Los refrescos son una fuente principal de calorías adicionales que pueden contribuir al aumento de peso y no proporcionan beneficios nutricionales.
La lata promedio de refresco proporciona alrededor de 150 calorías. Eso equivalente a 10 cucharaditas de azúcar de mesa.
Carne roja y carne procesada (salchichas)
Las grasas saturadas desencadenan inflamación del tejido adiposo (graso), lo que no solo indica enfermedad cardiovascular, sino que también empeora la inflamación de la artritis, señala Arthritis Foundation.
Los alimentos que contienen grandes cantidades de grasas saturadas incluyen carne roja, mantequilla, queso y helado.
En cuanto a la carne procesada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) las clasifica en la misma categoría de alimentos que pueden causar cáncer. Estudios demuestran que incrementa 42% el riesgo de enfermedad cardíaca y un 19% de posibilidades de sufrir diabetes tipo 2.
Alcohol
El consumo de alcohol debilita la función hepática y perturba las interacciones de otros órganos pudiendo generar inflamación.
Puede aumentar la grasa en el hígado (esteatosis hepática), producir inflamación del hígado (hepatitis alcohólica) y, a lo largo del tiempo, ocasiona la formación de cicatrices y la destrucción irreversible del tejido hepático (cirrosis).
La OPinión