Las autoridades médicas de Hong Kong han autorizado el desembarco de los 3.600 ocupantes, contando pasajeros y tripulación, del crucero ‘World Dream’ tras atravesar con éxito el periodo de cuarentena del coronavirus o NCP que ha dejado ya más de 800 muertos.
El crucero llevaba retenido desde el pasado miércoles en la terminal portuaria de Kai Tak después de que la operadora comunicara sus sospechas sobre tres casos positivos entre la tripulación, que finalmente han sido descartados.
“Todas las muestras tomadas a los miembros de la tripulación han dado negativo y, por lo tanto, todas las medidas de cuarentena están completas”, según un mensaje de las autoridades médicas al crucero, recogido por el South China Morning Post.
Durante los cuatro días que los 1.800 pasajeros fueron forzados a la cuarentena, el Departamento del Interior recibió 130 solicitudes a través de su línea directa para medicamentos específicos y servicios de catering, según el funcionario del distrito de la ciudad de Kowloon, Leung Yiu-hong.
El operador de cruceros, Dream Cruises, dijo que dado que todos los pasajeros a bordo fueron autorizados a desembarcar el barco el domingo por la tarde, ayudaría a los huéspedes internacionales con el alojamiento de hotel de cortesía y la reserva de los arreglos de viaje, mientras que se organizarían autobuses de enlace para los viajeros.
Aunque el epicentro del coronavirus está en Wuhan, se han detectado casos en otros países del sureste asiático, Europa y América. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace una semana declaró la emergencia sanitaria global, ha pedido a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos.
Los síntomas comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos y dificultades para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
Los fallecidos superan ya los registrados a causa del brote de SARS o síndrome respiratorio agudo grave que se detectó por primera vez en 2002. En 2003, más de 600 personas habían muerto en China a causa de este virus, mientras que la cifra a nivel global alcanzó los 765 fallecidos.