Es en invierno cuando más necesitamos vitamina D y menos la obtenemos. Dicha vitamina es muy importante para el cuerpo. Los músculos la necesitan para el movimiento. Ayuda a mantener los huesos fuertes y además mejora la capacidad del sistema inmunitario para combatir infecciones y reducir la inflamación.
La piel produce vitamina D al exponerse directamente a la luz solar por ello le llaman “la vitamina del sol”.
La piel expuesta a la luz solar en ambientes interiores, a través de una ventana, no produce vitamina D. Otra forma de obtenerla es a través de ciertos alimentos (muy pocos contienen esta vitamina en forma natural).
Los nervios la necesitan la vitamina D para transmitir mensajes entre el cerebro y cada parte del cuerpo. El sistema inmunitario la requiere para combatir los virus y bacterias que lo invaden.
La vitamina D ayuda a absorber el calcio. Las personas con deficiencia de dicha vitamina pueden tener huesos débiles, delgados y frágiles.
Cantorna señala que la vitamina D también aumenta la cantidad y diversidad de microbios que viven en el intestino, lo que en conjunto reduce la inflamación en todo el cuerpo.
¿Por qué la necesitamos más en esta temporada de invierno?
En el invierno, los humanos están expuestos a más infecciones y pasan menos tiempo al aire libre.
Las personas que experimentan los mayores cambios estacionales en los niveles de vitamina D son individuos que viven en las regiones del norte de los EE. UU. y en latitudes más altas de todo el mundo, donde hay muy poca luz del día en invierno.
De acuerdo a Margherita T. Cantorna profesora de Inmunología Molecular de la Universidad Estatal de Pensilvania, el protector solar, la pigmentación de la piel más oscura, la ropa y la luz solar reducida disminuyen la capacidad de la piel para producir vitamina D.
Debido al riesgo de cáncer de piel, los dermatólogos y otros profesionales de la salud no recomiendan la exposición al sol sin protección para aumentar su vitamina D. En cambio, sugieren suplementos.
Además de los alimentos ricos en vitamina D, los adultos deben tomar suplementos para obtener al menos 600 UI por día de vitamina D.
No exceder consumo de vitamina D
Cuando la vitamina D es demasiado alta, los niveles de calcio en la sangre aumentan y eso puede provocar enfermedad renal.
¿Qué alimentos son fuente de vitamina D?
Mejores fuentes de vitamina D: pescados grasos, como el salmón, el atún y la caballa.
En cantidad menor: hígado vacuno, el queso y la yema de huevo.
Algunos hongos al exponerlos a la luz ultravioleta.
Los alimentos fortificados con vitamina D. Casi todo el suministro de leche de los Estados Unidos está fortificado con 400 UI de vitamina D por litro, así como alternativas de origen vegetal, como la leche de soya, la leche de almendras y la leche de avena. Consulte siempre las etiquetas.
Fuente: Infobae
