El esperado documental ‘Miss Americana’ centrado en la figura de Taylor Swift se ha presentado este jueves en el marco del Festival de Cine de Sundance y las primeras reseñas no han tardado en llegar.
Gran parte del especial de Netflix se centra en la evolución de la imagen pública y también física de la cantante, desvelando los motivos que le llevaron a posicionarse políticamente por primera vez en 2018 para ofrecer su respaldo a los candidatos demócratas al Senado y la Cámara de Representantes de cara a las elecciones legislativas de Estados Unidos, y explicando además el evidente cambio que se produjo en su aspecto entre las giras de sus discos ‘1989’ y ‘Reputation’.
En un momento concreto, por ejemplo, la estrella del pop explica ante las cámaras que no resulta “saludable” para ella ver las fotografías que le sacan los paparazzi, sobre todo cuando se utilizan para alimentar rumores infundados sobre un supuesto embarazo.
“Eso me empujaba a dejar de comer, a morirme de hambre, aunque fuera solo un poquito“, explica.
Aunque muchas personas de su entorno llegaron a preocuparse por su delgadez, ella siempre les restaba importancia a sus comentarios al respecto asegurándoles que comía lo suficiente y que su aspecto era resultado de una intensa rutina de entrenamiento. “Y es verdad que hacía mucho ejercicio, pero no comía”, afirma.
En consecuencia, la intérprete acababa exhausta tras cada uno de sus conciertos y con la impresión de que estaba a punto de desmayarse, pero era incapaz de romper esa dinámica tan perjudicial debido en gran parte a las alabanzas que recibía por su esbelta silueta.
“Mi relación con la comida era la misma que mantenía con el resto de cosas en mi vida: si alguien me felicitaba y me daba una palmadita en la espalda, lo registraba como algo bueno; si se me castigaba, asimilaba que era malo”, ha explicado antes de poner un ejemplo concreto.
“Cuando llegaba a un reportaje fotográfico y alguien que trabajaba en la revista me decía: ‘Qué bien que puedas ponerte las tallas de muestra, porque generalmente tenemos que realizar alteraciones a los vestidos, pero contigo podemos utilizar los que usan las modelos en la pasarela y te quedan bien’. Y sentía que me estaban felicitando. Si eso te sucede suficientes veces, acabas analizándolo todo en términos de alabanzas y de críticas, incluido tu propio cuerpo”.
A lo largo de sus declaraciones, Taylor insiste en que no se siente cómoda hablando de temas tan delicados como los trastornos alimenticios y de imagen porque no cree que pueda expresarse con toda la claridad que le gustaría, pero finalmente decidió hacerlo para compartir su experiencia.
Fuente: Infobae