Los Tigres del Licey avanzaron hoy a la serie final de la liga dominicana de béisbol al derrotar a las Águilas Cibaeñas por 6-5, poniendo un rápido colofón a un intenso clásico que duró dos noches y 13 entradas.
Al equipo capitaleño le bastaron diez minutos en la noche del sábado para certificar el triunfo ante su mayor rival, pero el clásico duró en total siete horas y, con toda probabilidad, será recordado durante mucho tiempo por la igualdad entre ambos equipos y por la imprevisibilidad de un resultado que podría haberse decantado de cualquier lado.
El punto definitivo llegó propiciado por un error del segunda base de las Águilas, Ramón Torres, en un mal pase hacia la primera, tratand de hacer una doble matanza, que le sirvió a los Tigres para cerrar la entrada 13.
El lanzador ganador fue el criollo Lisalverto Bonilla (1-1), en labor de relevo de tres episodios, mientras Meza (0-1) sufrió el revés.
Los Tigres se enfrentarán por el título de campeón a los Toros del Este, en una serie final al mejor de nueve partidos que se iniciará este lunes en San Pedro de Macorís (este).
El Licey-Águilas fue un partido de récord por varios motivos, fue el clásico más largo que se recuerda, puesto que duró cerca de siete horas y tuvo que ser suspendido al filo de la madrugada debido a la lluvia.
Los árbitros suspendieron el juego cuando la pizarra estaba igualada a cinco carreras y las Águilas acababan de concluir la decimotercera entrada.
También fue la primera vez que hubo un triple empate en las semifinales, que obligó a jugar dos partidos para deshacer las tablas, el primero entre las Águilas y los Leones del Escogido y el segundo, entre el equipo cibaeño y el Licey.
Este desempate siempre se recordará como uno de los partidos de mayor igualdad y emoción entre los dos principales clubes dominicanos.
En la madrugada de este sábado, el jardinero central de las Águilas, Carlos Gómez, que salvó a su equipo en la entrada 12 al agarrar a ras de la hierba una bola que casi sentencia el partido a favor del Licey.
De cara a la final, los Toros lucen como favoritos de antemano, ya que en la vuelta regular ganaron 34 partidos (34 y 14), y doce en la semifinal (12 y 6), para avanzar de manera fácil a la final.
La primera vez que ganaron una corona fue en la temporada 1994-95, hazaña que repitieron en la campaña 2010-11 y fueron finalistas en la temporada pasada.
Los Tigres estarán en su final número 37 y buscarán su corona 23 en la pelota local.
La última vez que jugaron en una final fue en la campaña 2017-18, cuando perdieron ante las Águilas.
La final está pactada al mejor de nueve, y el campeón participará en la Serie de Béisbol del Caribe, a celebrarse este año en Puerto Rico.