El trasplante de órganos salva miles de vidas, pero se trata de un procedimiento que no está exento de problemas. La síntesis de órganos artificiales a partir de células madre de los propios pacientes es una alternativa prometedora, y muy posiblemente en el futuro pueda sustituir al trasplante. Pero hablamos de una técnica aún muy lejana y, mientras tanto, la comunidad científica sigue trabajando en sortear los inconvenientes de esta técnica.
La posibilidad de rechazo por parte del receptor es uno de los principales escollos a superar, pero hay otros problemas. Uno de ellos es la preservación del órgano una vez extraído del donante durante el tiempo suficiente para llevarlo al hospital donde se realice la intervención quirúrgica y, además, preparar al receptor para la operación.
Un estudio que se acaba de publicar en la revista Nature Biotechnology describe el procedimiento por el que se han conseguido preservar seis hígados humanos fuera del organismo durante una semana completa. Los científicos, del Hospital Universitario de Zúrich y de la Universidad de Zúrich (Suiza), construyeron una máquina que no solo ha conseguido mantener los órganos vivos durante una semana, sino que también ha reparado sus daños.
La tecnología consiste en un sistema de perfusión que permite introducir sangre y otros líquidos por vía intravenosa, de forma que se pueden imitar las funciones corporales. El equipo hizo sus pruebas con diez hígados humanos considerados ‘de baja calidad’ y que habían sido rechazados para su trasplante por todos los centros de Europa y, como hemos comentado, consiguió reparar y mantener con vida durante una semana entera a seis de ellos.
“El éxito de este sistema de perfusión, desarrollado durante un período de cuatro años por un grupo de cirujanos, biólogos e ingenieros, allana el camino para muchas aplicaciones nuevas en trasplantes y medicamentos contra el cáncer que puedan ayudar a los pacientes “, ha explicado Pierre -Alain Clavien, presidente del Departamento de Cirugía y Trasplante del Hospital Universitario de Zúrich. Cuando el proyecto comenzó en 2015, los hígados solo podían mantenerse vivos en la máquina durante doce horas. Ahora, el éxito en el proceso de perfusión durante siete días permite una amplia gama de estrategias: reparación de lesiones preexistentes, limpieza de depósitos de grasa en el hígado o incluso la regeneración parcial del órgano.
Este no es el único trabajo que avanza en esta línea de investigación. En septiembre de 2019, un equipo de científicos de la Escuela Médica de Harvard (EEUU) y la Universidad de Ámsterdam publicaron un artículo en la revista Nature Biotechnology en la que también describían una técnica para mantener con vida hasta 27 horas un hígado gracias a un proceso de criopreservación.
Actualmente, los hígados empleados para trasplantes se almacenan un máximo de doce horas, ya que ese es el tiempo en el que el órgano se puede mantener en frío (a 4°C) sin que pierda su viabilidad. El desarrollo de nuevas técnicas y maquinas como las que se describen en estas investigaciones ofrece una vía prometedora para facilitar los procesos y también para obtener más hígados disponibles para trasplante, gracias a la capacidad de reparar los daños producidos en estos órganos.
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