El empresario y productor artístico, Raphy D´Oleo, afirmó que la mafia en contrataciones de artistas para amenizar fiestas populares se da desde hace muchos años y en diferentes administraciones de Gobierno.
D’ Oleo indicó que en las contrataciones de orquestas para las fiestas navideñas y en otras épocas del año, las mayores ganancias las tienen los organizadores.
Los comentarios del productor artístico se producen luego de que el merenguero José Virgilio Peña Suazo denunciara una mafia en contrataciones de artistas, donde los organizadores se quedan con cerca de 80 millones de los 200 que destinó el Gobierno para las fiestas del pasado mes de diciembre.
“La mafia en las contrataciones artísticas ni es nueva, ni es exclusiva de las fiestas populares de fin de año, ni de ningún gobierno en particular. Es parte de la corrupción sistémica que impera en los modelos políticos de nuestros países”, indicó D´Oleo.
Conforme a su opinión, con estas actividades los gobiernos retribuyen los favores que personas o instituciones hicieron en algún momento, para contribuir con la llegada al poder de un partido determinado.
Peña Suazo denuncia mafia en contrataciones de artistas para fiestas populares
“El organigrama es el siguiente: el gobierno dispone, el ministerio auspicia, los organizadores distribuyen y los operadores ejecutan. El artista que esta mal con uno, sufre; el que está mal con todos, “muere”, indicó.
No obstante, indicó que con las nuevas leyes de transparencia, el sistema de sobrevaluación ya no funciona como en años anteriores.
Dijo que los que ahora manejan ese capítulo se amparan en canonjías que reciben directamente de artistas y empresarios que se benefician cuando los operadores le otorgan mayor cantidad de actividades, bajo el argumento de que los gobernadores, que son los responsables de la supervisión de los eventos, solicitan los mismos artistas.
Manifestó que este año los pagos se efectuaron con cierta agilidad, pero el retraso en los mismos conlleva otro negocio marginal, cuando aparecen personas que financian a los artistas cobrando un “módico interés”, de forma tal que estos puedan pagar de inmediato a músicos y personal. Dijo que en el caso de los suplidores es antológico, pues tienen que soportar meses para recibir sus remuneraciones. D´Oleo explicó que otro beneficio colateral es la influencia que adquieren sobre artistas y manejadores para conseguir precios especiales al contratarlos para actividades donde las comisiones son extraordinarias.
SOLUCIÓN. El empresario artístico planteó que la única solución válida a esta problemática es que desaparezcan esos eventos y que cada gobernador use sus propios recursos para realizarla, contratando a quienes estos consideren conveniente.
“Los artistas ganan una miseria, los operadores ganan por su trabajo y los “organizadores” el mazo”, manifestó.