Los factores de crecimiento son sustancias que están presentes en las señales intercelulares. Ellas comunican a las células y les permiten mantener su posición.
En condiciones naturales, también colaboran con la formación de huesos y cartílagos, o la reparación de ligamentos, por lo que son empleadas actualmente en terapias regenerativas.
Tanto deportistas lesionados como personas mayores con artrosis u otro problema óseo, han optado por esta terapia para mejorar su salud. Conoce cómo funciona este procedimiento que asegura dar resultados.
¿Cómo se obtienen los factores de crecimiento?
Estas sustancias se consiguen a partir de la sangre del paciente. Se le debe extraer una pequeña cantidad de esta y centrifugarla. Una vez la sangre se procesa, sus componentes se dividen y los factores regenerativos quedan en la parte superior de la muestra. De esta forma, es sencillo sustraerlos.
En qué consiste la terapia
Cuando se tiene el plasma rico en factores de crecimiento, la sustancia puede infiltrarse sobre la zona afectada o lesionada por medio de inyecciones.
Es un procedimiento médico simple que en la mayoría de los casos no necesita de anestesia, pues causa molestias mínimas.
La sustancia regenerativa también se puede aplicar como complemento en medio de la cirugía de una lesión.
Después de aplicados los factores de crecimiento, se espera es que comiencen a darse cambios biológicos en la parte tratada. Lo ideal es que se formen más vasos sanguíneos y que aumente la producción y movimiento de las células.
