Madrid .- Un gol del francés Karim Benzema en el minuto 95, al culminar un barullo en el área del Valencia tras un saque de esquina que remató en primera instancia el meta Thibaut Courtois, permitió al Real Madrid salvar un empate en Mestalla (1-1) y con ello presentarse el miércoles en el clásico del Camp Nou igualado a puntos con el Barcelona, que el sábado también había igualado a dos con otro equipo peligroso, la Real Sociedad.
El Valencia y Mestalla, como en tantas ocasiones, parecían atragantársele al Real Madrid, que parecía ver frenada su marcha y cortada su racha sin perder justo a las puertas de tan significado partido. No pudo lograr la victoria que le hubiera permitido presentarse como líder, pero al menos evitó la derrota y con ello se mantuvo a la par del cuadro de Ernesto Valverde.
Un tanto de Carlos Soler a los 78 minutos parecía definir un duelo intenso, en el que el cuadro de Zinedine Zidane tuvo una buena puesta en escena pero no aprovechó sus oportunidades. El equipo de Albert Celades, con muchas bajas pero con la moral y la confianza por las nubes después de haber reaccionado en LaLiga y haberse metido en los octavos de la Liga de Campeones tras ganar, también con un solitario gol, al Ajax en el Johan Cruyff Arena, supo amainar el buen inicio madridista.
Este Valencia al alza demostró que es un equipo consciente de sus virtudes y también de sus defectos. Trata de explotar las primeras y minimizar los segundos. Además, tiene carácter. Este cóctel le sirvió para soñar con la victoria hasta el último instante, cuando un saque de esquina lo remató Courtois, que había subido a la desesperada y tras un par de rechaces Benzema, que segundos antes se lamentaba por no haber aprovechado una buena ocasión, no perdonó con un disparo por alto que selló el sufrido 1-1.
Sin laterales izquierdos, Zidane alineó a Nacho Fernández y optó por reservar para el clásico al brasileño Casemiro, el eje de la medular, al estar advertido de suspensión. Tampoco jugaron de salida ni Gareth Bale ni Vinicius. Le funcionó al principio en cuanto a juego, pero la falta de pegada en esta ocasión le abocó a la agonía para puntuar.
El Sevilla también sufrió un tropiezo en un momento nada oportuno e incluso inesperado, por cuanto había encadenado ocho partidos ligueros sin perder (cinco victorias y tres empates) y su rival, el Villarreal, llegaba en un momento muy bajo tras enlazar seis encuentros sin ganar. El 1-2 es un frenazo auténtico para las ambiciones del bloque hispalense, que solo había perdido en casa ante el Real Madrid, y el despertar del ‘submarino amarillo’.
Era una jornada de partida propicia para acercarse de nuevo a los líderes, más después de que el Barcelona tan solo empatara en San Sebastián y todo se le torció desde el inicio, con el gol de Raúl Albiol a la salida de un córner, hasta que se confirmó al final, con un tanto del camerunés Karl Toko Ekambi, aunque tras brillante visión y acción de Manu Trigueros.
El cuadro de Julen Lopetegui mandó y llegó innumerables veces ante Sergio Asenjo, pero le faltó en el momento de la verdad la pegada. Tan solo Munir El Haddadi, con un espectacular zurdazo, fue capaz de alimentar las esperanzas sevillistas al establecer el provisional empate (m.61).
No pudo culminar la remontada porque el Villarreal, firme atrás, supo resistir y dio el golpe de gracia al Sevilla con la visión de Moi Gómez y Manu Trigueros, quienes fabricaron el tanto de Toko Ekambi, una auténtica dosis de oxígeno para Javi Calleja y su escuadra y de plomo a las aspiraciones del cuadro andaluz, que se queda a cuatro puntos del Barcelona y del Real Madrid y con solo uno de ventaja sobre el Getafe y dos sobre el Atlético de Madrid y el Valencia.
Mientras tanto, el Getafe continúa lanzado. No pierde en liga desde que cayó el 27 de octubre ante el Sevilla y frente al Valladolid enlazó su tercer triunfo seguido en la competición doméstica. Conclusión, el equipo de José Bordalás ya está en la zona Champions.
Dos magníficas acciones de los delanteros que formaron en el once inicial, Jorge Molina y Jaime Mata, permitieron a Marc Cucurella (m.36) y Ángel Rodríguez (m.82), que acababa de saltar al campo, sellar el 2-0 e igualar su mejor registro de puntos en una primera vuelta a falta de dos choques para que finalice.
El equipo de Sergio González planteó batalla, pero volvió a carecer de acierto ante la portería rival. Acumula cinco partidos sin marcar y sin ganar y tiene a cinco puntos el descenso que sigue marcando el Celta después de firmar tablas con el Mallorca (2-2).
No ‘mató’ el partido el cuadro de Óscar García Junyent y lo pagó muy caro con el tanto del croata Ante Budimir a falta de siete minutos para el final, cuando el equipo balear jugaba en inferioridad numérica por la expulsión de Antonio Raillo (m.78).
Parecía tener en su mano el partido con los tantos del brasileño Rafinha (m.20) y de Iago Aspas (m.50), este de penalti, que había desequilibrado por segunda vez el marcador tras la pena máxima transformada por Salva Sevilla (m.33). En cambio, el Mallorca se recompuso aprovechó su opción y puntuó por primera vez esta campaña lejos de Son Moix, lo que le permite seguir fuera de la zona de descenso.
No pudo acercarse a la luz el Espanyol tras igualar, también a dos tantos, con el Betis. El conjunto de Pablo Machín sigue colista, empatado con el Leganés, aún no conoce el triunfo en el RCDE Stadium y la salvación la sigue teniendo a cinco puntos.
Y eso que dio la impresión de cambiar radicalmente el rumbo tras remontar el tanto inicial del exespanyolista Borja Iglesias (m.4) con los goles de Sergi Darder (m.19) y del central colombiano Bernardo Espinosa (m.41).
Los hombres de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, que se encontraba también con su exequipo, asimilaron el golpe recibido y, plenos de confianza tras haber ganado sus tres anteriores partidos, forzaron unas nuevas tablas con un tanto del defensa Marc Bartra (m.67) e incluso rozaron el triunfo, pero se encontraron con la inspiración de Diego López para dejar una igualada que sabe a poco a ambos equipos.