También conocido como plenilunio, la fase lunar en la que la satélite natural es visible enteramente durante toda la noche es un fenómeno que podrá apreciarse casi al cierre de 2019.
Lo anterior, es motivo de que se le conozca también bajo el nombre de “Luna fría”, una manifestación natural (luna de noches largas) que se calcula que ocurra entre el 11 y 12 de diciembre.
Que exista una última luna al cierre del año cuenta con diferentes implicaciones, una de ellas es el hecho de que el invierno se acerque hacia el hemisferio norte.
Ello podrá apreciarse al oeste de México, pasadas las 10 p.m., siendo el punto de la luna fría el horario de las 00:12 minutos.
A esta altura es cuando la Tierra se encuentra exactamente entre el sol y la luna, razón por la que se puede apreciar con absoluta claridad e iluminación.
La grata noticia es que dicha luna fría podrá ser contemplada en todo el mundo, llegada que marca el inicio del invierno, siendo los días más cortos y la razón de que se le llame “luna de noches cortas”.
Otro dato interesante a resaltar es que en la cultura celta los plenilunios eran considerados fechas con una energía muy especial; el apunte es importante, pues la raíz céltica promueve la celebración de eventos conforme a los ritmos de la naturaleza.
Árboles, estrellas, hierbas y soles son la buena fortuna de cada una de las estaciones, en la que la luna llena juega un papel relevante a manera de ceremonia.
Tan antigua, como hermosa, la ceremonia solía llevarse a cabo por las noches y dentro de la Wicca, se relaciona con la sabiduría y conocimiento del control de la energías y fuerzas elementales de la naturaleza, así como la conexión con la diosa Luna.
Se dice que quienes aprovechan la energía que emana este fenómeno lunar, pueden transmutar energías negativas acumuladas, así como tomar ventaja y sacar todas la emociones reprimidas que tengan.
La sanación de los enfermos, la mejora de la cosecha, poder concebir y lograr el alcanzar dones espirituales, son otros de los dones de los que se comenta que provee la energía emanada de la luna.
De características festivas, la última luna llena de 2019 ha de celebrarse entre bailes, cantos y recitales de poesía a la vieja usanza europea, misma que se daba en sus bosques a fin de conectar con su energía y sus virtudes.
Por otro lado, Bill Cooke, astrónomo de la NASA, señala que el 2019 coincide con el periodo de la caída de las Gemínidas, es decir, de una gran y masiva lluvia de estrellas.
Cooke comentó para National Geographic que de todos los torrentes de escombros a través de los cuales pasa la Tierra anualmente, el de las Gemínidas es por mucho el más masivo.
Ello se traduce en la suma de todo el polvo de su torrente que sobrepasa en masa a otros torrentes por factores desde 5 hasta 500 veces.
La caída de Gemínidas se pronostica desde el pasado 7 al 17 de diciembre, siendo los puntos de actividad máxima entre el 11 y 13 del mismo mes.
Básicamente es una invitación a contemplar al cielo nocturno sin recato y con mucha apertura a las diferentes creencias y culturas que convergen en estas fechas, entretejidas entre cielo, luna y estrella.
Aquellos que tengan la fortuna de contemplar una lluvia de Gemínidas, han de saber que el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa, en entrevista para la agencia de noticias Notimex, señaló que se les denomina como tales al ser una lluvia de estrellas alimentada por la constelación de Géminis, que a su vez se alimenta de los restos del asteroide “3200 Phaethon”.
Se espera que la actividad estelar cierre hasta el 19 de diciembre, espectáculo natural en el que también se espera el avistamiento de aproximadamente seis meteoritos por minuto, que muy seguramente coincidirán con los festejos de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.