El primer ministro y líder conservador británico, Boris Johnson, ha sido criticado este lunes tras negarse a mirar la fotografía de un niño de cuatro años enfermo y arrebatar el móvil al reportero británico que se la mostraba.
Tras su reacción inicial, que Pike colgó en Twitter, el líder ‘tory’ finalmente se sacó el móvil del bolsillo, miró la foto en la pantalla y lamentó lo sucedido a la familia, aunque insistió en que la mayor parte de los británicos tienen mejores experiencias ‘que este pobre niño’.
El caso del pequeño fue publicado inicialmente por ‘The Daily Mirror’, al que la madre, Sarah Williment, contó que, aunque primero el hospital les ofreció una cama y oxígeno cuando fueron a urgencias el pasado martes, después se quedaron sin ella y su hijo hubo de dormir encima de unos abrigos.
Tras el revuelo causado por la reacción de Johnson, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, se ha desplazado rápidamente al Leeds General Infirmary, que a su vez se ha disculpado ante la familia.
Al ser preguntado más tarde por otros periodistas, incluida la BBC, por qué se había negado a mirar la foto del niño enfermo, el jefe del Gobierno no respondió directamente, sino que enumeró sus propuestas para mejorar el servicio nacional de salud (NHS, en inglés) si gana las elecciones del 12 de diciembre.