La ozonoterapia, aunque no tenga a su favor resultados sólidos dentro de la medicina, sí existen estudios y experiencias que respaldan su efectividad.
Gracias a su capacidad oxidante, el ozono tiene efectos regenerativos y revitalizantes, sobre todo si se utiliza como tratamiento para el dolor.
Si se quiere tratar el dolor relacionado con hernia discal, o dolor tras una intervención quirúrgica de columna, se aplica ozono epidural. De esta manera, se estimula al organismo a responder con mejoras en la circulación y desaparición de edemas.
Si se trata de un disco herniado (cuando él mismo comprime el tejido nervioso), se aplica la discólisis por ozono. Atacando directamente a la hernia, para así reducir el tamaño del disco y el volumen del dolor.
Y si se combina ozono con oxígeno, se obtiene lo que es el ozono intraarticular para atender aquellas articulaciones doloridas. Estimulando así la revitalización de las funciones orgánicas y reactivando el sistema inmunológico.
Esta última aplicación se usa para mejorar el dolor provocado por artrosis, artritis y dolores crónicos de enfermedades inflamatorias crónicas. Funcionando también como terapia complementaria para enfermedades oncológicas.
Si sufres algunas de estas patologías, quizás la ozonoterapia pueda ser tu salvación ante ese fuerte dolor que estas producen. Solo habla con tu médico tratante, para saber si puedes unirte a los pacientes que con esta terapia han mejorado de forma notable.
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