En medio de llantos y pedido para que cuidaran de sus hijos, fue trasladada la tarde de ayer a la cárcel Najayo Mujeres la fiscalizadora Margarita Hernández acusada de validar los acuerdos que dejaron en libertad a los asesinos de Anibel González y Juana Domínguez, en San Pedro de Macorís.
Se recuerda que la juez de la Oficina Permanente de la Instrucción de San Pedro de Macorís, Darlis Altagracia Eusebio Vásquez, impuso el pasado jueves tres meses de prisión preventiva contra Margarita Hernández.
A la fiscalizadora se le acusa de falsificación, complicidad en homicidio y complicidad para cometer un delito. Hernández guarda prisión por irregularidades en acuerdos concertados con Yasmil Oscar Fernández y Johan Manuel Ramírez quienes lograron salir de la cárcel y posteriormente asesinaron a sus parejas.
La fiscalizadora Margarita Hernández está acusada de violar los artículos 265, 267, 126, 127, 147, 148, 177 y 178 del Código Penal en perjuicio de Juana Domínguez Salas y Anibel González Ureña.
Su ascenso
Margarita Hernández Morales llegó como recepcionista a la Unidad de Género de Violencia, donde era querida, mimada y se le admiraba por su belleza. Sus habilidades le favorecieron para ser escogida para dirigir la Unidad de Género en San Pedro de Macorís.
“Ella era recepcionista cuando se inició en la unidad, impulsada en la gestión de René Pérez, procurador de la Corte de Apelación y del fiscal titular de entonces, Abraham Ortiz.
Mientras desempeñaba la función de recepcionista estudiaba la carrera de derecho y una vez terminada la carrera fue designada ayudante, para luego ser ascendida a fiscalizadora.
