El Sínodo sobre la Amazonía ha aprobado la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados en las zonas más aisladas de esta región, incluida en el documento final que fue votado hoy por los obispos y que ha sido uno de los temas más controvertidos en estas tres semanas de debate.
“Proponemos (…) ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable”, señala el punto 111 del documento, que consiguió 128 votos a favor y 41 en contra.
Según las normas del Sínodo, cada uno de los puntos del documento final – fruto de las peticiones y debates de estos días – para ser aprobado necesitaba el voto positivo de los dos tercios de los obispos presentes, que hoy era 120.
Nuevas funciones para las mujeres
En el documento final también figura la petición de que las mujeres puedan ejercer nuevos ministerios, como poder leer las Escrituras o ayudar en misa, y reclamaron ser escuchados en los estudios sobre la posible ordenación de diaconisas.
Durante este Sínodo, la necesidad de dar mayor relevancia a la mujer en la Iglesia ha sido abordado ampliamente ya que en las comunidades amazónicas son imprescindibles para el funcionamiento, como han comentado todos los participantes.
El lector es el encargado de leer la Palabra de Dios en las ceremonias, mientras que el acólito ayuda al diácono y al sacerdote en el altar y también puede distribuir la comunión, entre otros funciones.
Según las normas del Sínodo, cada uno de los puntos del documento final fruto de las peticiones y debates de estos días para ser aprobados necesitan el voto positivo de los dos tercios de los obispos y representantes de las congregaciones presentes. Todos los 120 puntos fueron aprobados.
“La iglesia en la Amazonía quiere ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”, se lee. “Es necesario que ella asuma con mayor fuerza su liderazgo en el seno de la Iglesia y que esta lo reconozca y promueva reforzando su participación en los consejos pastorales de parroquias y diócesis o instancias de Gobierno”, añaden.
En el documento se explica que aunque en muchas consultas se solicitó el diaconado permanente para la mujer y el tema estuvo muy presente, ya el papa encargó una comisión un estudio en 2016 que llegó a un resultado parcial y por tanto propone poder “compartir experiencias y reflexiones con la comisión y esperamos sus resultados”. Este punto también fue uno de los más discutidos y fue aprobado con 137 votos a favor y 30 en contra.
Al respecto, en su discurso de clausura el papa Francisco anunció que reactivará esta comisión después del “desafío” lanzado en el Sínodo con la dotación de más personal para que sigan estudiando cuál fue el papel o si existieron las llamadas diaconisas en los primeros años del cristianismo.
También se aprobó el punto 102 sobre crear “el ministerio instituido de la mujer dirigente de la comunidad”.